|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Cada individuo, en alguna ocasión y de forma indistinta, ha sido capaz de palpar el hecho de sentirse varado en cualquier ocasión o lugar por diversos motivos. Tal vez ese es el momento de poder despertar y analizar objetivamente que se está construyendo un futuro que no permite un avance, y mucho menos el esplendor de nuestras almas.

Correr es peligroso y arriesgado, por lo que debe mejor caminarse con prudencia teniendo de este modo el tiempo necesario para sortear cualquier obstáculo. Sin embargo, al momento de avanzar, debe hacerse sin miedo alguno, aunque lo desconocido produzca ansiedad y nostalgia en diversas ocasiones, pues cada paso, por muy pequeño que parezca, representa una llave que abre puertas a diversas experiencias, buenas o malas, pero al mismo tiempo, asombrosas aventuras irrepetibles.

Disfrutar de cada instante por muy insignificante que parezca nos ayudará sin duda alguna a crear una nueva visión de lo mucho que podemos aprender para seguir creciendo. Y es que suele suceder, que entre la prisa y el hastío, ignoremos por completo lo tanto que hemos aprendido, los lugares que hemos conocido y la cantidad incalculable de kilómetros que hemos dibujado con nuestros pies. Tan sólo basta darnos un breve segundo, cerrar los ojos y recordar todas aquellas ocasiones que agitaron nuestros corazones y nos devolvieron las ganas de existir. No es cuestión de vivir en el pasado, sino de guardar las gotitas bellas que manen de él para inyectarlas en nuestro presente, pues nada en el mundo entero sucede sin motivo alguno y es esta serie de acontecimientos los mismos que nos deben llevar a escuchar al universo que, a su vez, se comunica con nosotros pidiendo la oportunidad de abrir el alma para recibir todo lo que nos tiene preparado.

Vayamos de poco en poco, sin prisa, pero con tenacidad y cultivando día a día lo que realmente vale la pena, pues nunca se debe desfallecer antes de alcanzar el verdadero anhelo que probablemente sea el mejor regalo de nuestras vidas. Pero, si en el andar existen barreras, el lograr sortear con inteligencia será la clave al mismo tiempo que se debe llevar presente que un espíritu noble brillará más que aquél que vive atrapado en la sombra de su propia miseria, y para ellos, toda nuestra luz.

Como todo inicio, el pánico será incalculable y aparecerá sigilosamente como producto de lo que no fue, de lo que no concluimos o lo que nos partió tanto que no existieron costuras para cosernos de nuevo, sin embargo, continúa y sumérgete, atrévete a renovarte al igual que el árbol cambia de color en el follaje mientras que el vaivén del aire acaricia el milagro de la vida. Luego entonces, observa la marea como la oportunidad de un nuevo destino, pues la aventura se lleva en la mochila mientras que la pasión se alberga en el corazón para que al final del día, al abrirlo con ternura, exhale con certeza y convicción el pensamiento de que, aún atravesando mil tempestades, todo sin excepciones valió absolutamente la pena.

Lo más leído

skeleton





skeleton