El juego de la silla
Miguel Ángel Sosa: El juego de la silla
Caballo que alcanza gana, asegura un conocido dicho. Si esto se aplica a la carrera presidencial, los que se adelantaron en levantar la mano estarían con un pie fuera. Hablamos no solo de aquellos provenientes del partido en el poder, también de los que abanderan diversos colores del espectro político nacional.
Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum son quienes, según diversos sondeos, encabezan las preferencias rumbo al 2024, pero vale la pena tomar con pinzas esas mediciones, ya que si bien muestran una fotografía del momento que vivimos, no contemplan a todos los actores, tanto del Gobierno como de la oposición, que seguro despegarán en el segundo trienio.
Suspirantes hay muchos, pero habrá que ver cuántos se convierten en candidatos cantados que de verdad busquen ir por la grande. Los riesgos de adelantarse de más suelen ser mayores que las ventajas, sobre todo si faltan más de treinta meses para llegar al punto en donde se den las definiciones.
Si a lo anterior sumamos los ajustes al gabinete que el Presidente comenzó a hacer en el contexto de su Tercer Informe, la cosa se complica para aquellos que creen ser los elegidos. Las fichas se mueven y los señuelos logran que no pocos cometan errores, prudencia es lo que se recomienda aunque el ansia no deja de traicionarlos.
En la acera de enfrente las luchas intestinas ocupan los reflectores, hacerse del control de padrones y estructuras es fundamental para poder dar el siguiente paso. Marko Cortés en el PAN replicando el agandalle al puro estilo de Anaya, y Alito en el PRI, peleándose por el cascajo que quedó del otrora súper partido.
Surgen en la fotografía de los presidenciales algunos gobernadores que por el buen trabajo local que han realizado son dignos de tomarse en cuenta. Aunque falta mucho tramo para las internas del 2024, uno de los que crece en preferencias es Mauricio Vila, gobernador de Yucatán, quien con una gestión discreta pero exitosa, se ubica dentro del selecto grupo de políticos que son considerados cada vez más en los careos nacionales. No hay que olvidar que al panista le juega a favor que su mandato coincide con el del Ejecutivo federal y eso le permitiría llegar con el impulso necesario para pelear ser el abanderado de Acción Nacional o de una eventual alianza opositora.
Hay otros gobernadores salientes como Francisco Domínguez, quien a pesar de tener buenas credenciales, los tiempos y su propio partido parecen no sonreírle, o el propio Enrique Alfaro, de Jalisco, que tras el triunfo de Samuel García en Nuevo León, pasó a segundo plano como la carta más fuerte de Movimiento Ciudadano para la elección presidencial.
Las encuestas sin duda sirven para conocer indicios de cómo se van moviendo las cosas; sin embargo, no olvidemos que los electores no necesariamente reflejan en los sondeos el sentido del que será su verdadero voto. En la intermedia de este año las empresas encuestadoras anunciaban, previo a los comicios un amplio margen de triunfo para Morena, pero todos atestiguamos el gran descalabro que sufrió el partido del Presidente en la conformación del Congreso.
Falta mucho para saber los nombres de quienes estarán en la boleta presidencial, es probable que los ganones todavía no estén en el radar. ¿Será una mujer quién comande los destinos del país?, ¿logrará conformarse una gran alianza para hacer frente al proyecto obradorista? Nombres hay muchos, que aguanten la embestida será el reto.