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En todas las lenguas existen términos para denominar la voz o sonido que producen los animales y no siempre tratan de imitar el sonido del animal. Algunos son específicos de ciertos animales, mientras que otros tienen un sentido más general. También presentan variaciones regionales y no todos son conocidos, usados, ni aparecen en los diccionarios. En principio, tampoco guardan relación con el sonido real emitido por los animales, como sí las onomatopeyas, cuya función es representarlo. En maya, por ejemplo, ukum es imitación de la voz de la paloma silvestre de pico negro y también es la manera de llamarla.

A diferencia del español, en el que existen cerca de cuarenta expresiones para referirse a las voces de mamíferos, aves, reptiles, insectos, animales marinos (gruñir, bramar, crascitar, berrear, rebuznar, relinchar, maullar, sisear, chasquear), en la lengua maya sólo existe una media docena para designar estos sonidos, algunos se han perdido, y son análogos a los usados para designar las voces humanas:

Awat (Lit. gritar, vocear las personas, grito). Dicho del aullido, mugido, graznido o relincho de algunos animales: u yawat wakax (mugido del ganado); u yawat tsíimin (relincho del caballo). También emitir los animales fuertemente sus voces lastimeras: óotsil le peek’o’ tun yawat tumen ja’ats’ij (el perro está gimoteando porque le pegaron).

K’aay (Lit. cantar, canto). Se dice de algunos animales, principalmente aves, que producen sonidos continuados y generalmente melodiosos. Gorjear, trinar, croar: u k’aay jt’eel wa xkaax (el cacareo del gallo o la gallina); Xooch’ ku k’aay oka’an k’iin (La lechuza chilla/canta al anochecer); u k’aay muuch (el croar de la rana), como el lek muuch (sapo cantor), cuyo nombre alude a su particular croar; Tu k’iinil cháake’ ma’ tu k’aay ch’och’lim (En época de lluvias no canta la cigarra); Le baacho’ ch’éen u k’aay tumen yaan ba’ax tu yilaj (La chachalaca suspendió su canto porque vio algo).

Áakam (Lit. quejar, quejido), dicho del gruñido, bramido o rugido de algunos animales silvestres: tun yáakam le kitamo’ (el puerco espín está gruñendo); Ti’ k’áaxe’ ku yáakam chak mo’ol (En el monte ruge el tigre). Se emplea jéenkal, si el bramido es fuerte.

Ok’ol (Lit. llorar, llanto). Se usa para indicar la voz triste y prolongada del perro, el gato y otros animales: ok’ol miis (maullido afligido); táan yok’ol chi’ibal le peek’o’ (el perro está aullando lastimeramente).

Juum (Lit. sonar o hacer ruido), refiere a los gorjeos o chirridos de algunas aves como las golondrinas (kusamo’ob) o tordos (ts’iiw aban); zumbidos de la abeja, avispa, tábano o mosca: táan u juum u yik’el le kaabo’ (las abejas están zumbando).

Hay otras expresiones para sonidos específicos: táan u xóob kéej (El venado está bufando); Le tsáab kaano’ táan u tirix (La serpiente está sonado sus cascabeles); Le turixo’ ku tirixtik u xiik’ (La libélula suena sus alas). Kiis tso’ es el ruido del pavo cuando asedia a la pava para impresionarla; xóot’ toojol vale por ladrar los perros a intervalos, como cuando persigue a su presa: Le peek’o’ chéen xóot’ toojol ku beetik.

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