Dos palabras son torales para el tema de hoy: respetar y respeto, que el Diccionario de la Lengua Española define: Respetar: Tener respeto, veneración, acatamiento. 2. Tener miramiento (II respeto, atención). De respeto nos señala: Veneración, acatamiento que se hace a alguien.

Nunca sabremos lo que un ser humano lleva en su interior, su esencia, sus sentimientos y la tormenta a que podría enfrentarse cuando es víctima de una acusación injusta o irrespeto a su persona, proveniente de un amigo o amiga, de un familiar, padres incluidos, cuando sin averiguar acusan a un niño, a una niña u otra persona de un desaguisado no cometido.

Recientemente se ha dicho mucho de un hombre dedicado a la música, denunciado en redes sociales por un presunto abuso sexual. El señalado no resistió el escrutinio público y terminó con su vida, indicando en una carta póstuma que se suicidaba al no resistir lo que él aseguró era una acusación falsa. Protestó ofrendando lo más preciado que tiene un ser humano: la vida.

Aseguró en ese escrito que su credibilidad estaba destrozada y no habría forma de devolvérsela…

Este triste episodio debe hacernos reflexionar, para que todas y todos le demos un uso correcto a la tecnología a nuestra disposición, internet y las redes sociales, que deben ser utilizadas con respeto hacia la otra u otras personas de quienes decimos algo o les hacemos algo. Evitemos bromas de mal gusto.

Algunos niños o niñas han sido víctimas del acoso cibernético que los ha orillado a quedarse sin autoestima, hasta el punto de quitarse la vida.

Hay que fortalecer los sistemas de vigilancia y las leyes que tienden a corregir las conductas desviadas de algunas personas, que han hecho imperativa la existencia de una policía cibernética, por ejemplo.

Otro paradigma del mal uso de un servicio a la comunidad y la tecnología es el de las llamadas de emergencia que han orillado al Congreso de nuestro Estado a legislar respecto al número telefónico 911.

El año pasado tuvo 893 mil 192 solicitudes de apoyo. Lo asombroso es que se ha documentado que 737 mil 821 ¡fueron bromas o falsas llamadas! Y solo 155 mil 371, elevado número, fueron emergencias. Otro ejemplo del mal uso de un servicio a la comunidad. Alguien podría perder la vida mientras se atiende una falsa llamada…

Las y los adultos retomemos el camino hacia los valores universales como la honestidad, la empatía, la solidaridad, el respeto, entre otros, para que con nuestro ejemplo las y los jóvenes erradiquen de sus vidas los antivalores y encuentren la senda del respeto absoluto a los Derechos Humanos y consecuentemente a la vida de los demás.