De cara al crecimiento poblacional
El poder de la pluma
Cinco mil millones de personas pueblan el mundo, se dijo el 11 de julio de 1987, y de ahí derivó la conmemoración del Día Mundial de la Población, el 11 de julio de 1990.
El objetivo es hacer conciencia sobre las cuestiones que interesan a la humanidad, como puede ser la afectación al ambiente y el desarrollo sustentable para atender adecuadamente a una población que día a día aumenta, con las consecuentes necesidades de atención para los diferentes núcleos poblacionales.
De acuerdo con las cifras que en materia de población nos da la ONU, actualmente somos algo más de 7 mil millones de habitantes de este planeta tierra. Cifra lejana a la de aquellos 5 mil millones.
Se estima que la población mundial aumenta en unos 83 millones de personas anualmente, lo que nos daría una proyección de 8 mil 600 millones para el año 2030; alrededor de 9 mil 800 millones para 2050, y 11,200 millones en 2100.
Estas cifras nos mueven a considerar múltiples variables para que el mundo pueda conservar de la mejor manera a sus habitantes, desde lo que son núcleos poblacionales: Ciudades que tengan sin cortapisa alguna la accesibilidad universal y consecuentemente un entorno más amigable para sus habitantes. Alimentación suficiente desde luego, sin que la producción de esos comestibles dañe al entorno, y tener suficientes y mejores instalaciones sanitarias, imprescindibles ante el envejecimiento de la población.
Al aumentar la expectativa de vida, más allá de los 70 años de edad, los adultos mayores requieren no solo mejor atención en cuestión de salud, sino también de óptimas condiciones de accesibilidad en sus propias viviendas y en los servicios públicos.
La ONU, a través de su Fondo de Población, trabaja intensamente con gobiernos y organizaciones para hacer conciencia en relación con el crecimiento poblacional y los problemas que se presentan en cada región del planeta para atender adecuadamente a los habitantes del mismo.
Consecuentemente los gobiernos de todos los pueblos tienen que hacer el mejor de sus esfuerzos para evitar que la contaminación ambiental siga creciendo, so riesgo de dañar irremediablemente al planeta, y cumplir con los objetivos de las políticas públicas para atender adecuadamente a su población.
¿Pero la resolución de esos problemas atañe solo a gobiernos y dirigentes? Rotundo no.
Las sociedades del mundo entero tienen que hacerse más responsables, más vigilantes para que las políticas públicas no dañen su entorno. Pero también tenemos que ser mejores personas, con valores, sin sombra de antivalores. Tenemos que ser excelentes seres humanos para lograr, en consecuencia, una mejor sociedad.