Sociedad más participativa
El poder de la pluma
Diversos países de Iberoamérica, incluido México, participaron en la Tercera Cumbre Iberoamericana sobre Migración y Trata de Personas, en la capital del país, los pasados días 3 y 4 del naciente septiembre.
En 2015, en Bogotá, Colombia, se realizó la Primera Cumbre y en la Ciudad de México, 2017, la segunda. Esta Tercera Cumbre fue organizada por la Federación Iberoamericana del Ombudsman (FIO) en colaboración con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH). Asistieron más de 75 defensores del pueblo, procuradores, proveedores y presidentes de comisiones nacionales y estatales, como la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán, que trabajan en la defensa y promoción de las prerrogativas humanas en los países iberoamericanos, para brindar un foro para la cooperación, el intercambio de experiencias y la promoción, difusión y fortalecimiento de la institución del Ombudsman, o defensor del pueblo, de acuerdo con lo que señala la FIO.
Luis Raúl González Pérez, presidente de la CNDH, señaló en su intervención que la FIO se ha convertido en un ejemplar espacio de diálogo y discusión de los grandes temas regionales que afectan a los derechos humanos y es una muestra de una sólida alianza regional entre instituciones hermanas que promueven acciones y medidas reales por el respeto de los derechos fundamentales.
El Ombudsman nacional propuso a los miembros de la FIO elaborar un plan de acción, en el marco del Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular, establecer o reforzar mecanismos de vigilancia de la implementación del Pacto para anticipar la evolución de los riesgos y amenazas que puedan desencadenar movimientos migratorios.
Todos los participantes en esta Tercera Cumbre unimos esfuerzos para trabajar intensamente contra la trata de personas y los problemas que representa la migración ilegal. En muchos países del mundo son miles y miles de familias las que se ven afectadas por la trata y el descontrol en el flujo migratorio. Niñas y niños son los grupos de mayor vulnerabilidad por situaciones que atentan contra los derechos fundamentales del ser humano.
La trata de personas, moderna esclavitud del Siglo XXI, es el tercer grupo del crimen organizado, después de las drogas y el tráfico de armas, que más dividendos deja a la delincuencia internacional.
El éxito en estas tareas no atañe solo a los gobernantes de los países afectados, es necesario que la ciudadanía se organice y sea más vigilante y participativa.
Usted amable lector o lectora tiene la última palabra para lograr hacer de nuestro mundo un lugar mejor para quienes lo habitamos.