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El confinamiento en los hogares, derivado de la pandemia del Covid-19, ha incrementado significativamente la violencia en el seno de los hogares, no sólo en México, sino en muchos países del mundo.

Parece increíble que un integrante de un núcleo familiar pueda ser víctima de maltrato a manos de la persona o personas que son responsables de cuidarlo y protegerlo de las amenazas externas y auxiliarlo para lograr un crecimiento sano, positivo.

En este contexto son las mujeres las que se encuentran atrapadas en sus casas, sitio en el que deberían de sentirse más seguras, junto con sus vástagos, niñas, niños y adolescentes.

Derivado de este clima de inseguridad en los hogares, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, hizo un llamado para que prevalezca la paz en todas las casas del mundo e instó a los gobiernos del planeta a incluir la prevención y la reparación de los casos de violencia contra las mujeres en los planes nacionales para hacer frente a la pandemia del Covid-19. Más de 140 gobiernos han apoyado esa petición para evitar la violencia en la familia.

En México la Red Nacional de Refugios estima en un 71% el incremento de llamadas de auxilio por el aumento de la violencia en los hogares hasta junio, debido a la contingencia.

En el Reino Unido, indica ONU Mujeres, las llamadas telefónicas para solicitar auxilio se incrementaron en un 97%. Se dan cifras de otros países que se ven afectados también por el fenómeno atribuible al confinamiento.

La violencia en el seno familiar afecta a los integrantes de ese importante núcleo social, base de todos los pueblos del orbe, pero sin lugar a dudas son las mujeres, las niñas y los niños quienes más sufren el flagelo de la violencia en la familia.

Reitero, nadie debe sufrir de violencia en su hogar.

Hay que pensar que hay leyes que protegen a las víctimas de violencia en la familia, sea hombre o mujer, porque tambien se dan casos en los que los varones sufren de ese tipo de ataques.

Lo lamentable es que quienes son víctimas de maltrato no buscan ayuda ni denuncian ese delito. ONU Mujeres estima que menos del 40% de las agredidas solicitan ayuda y menos del 10% denuncia estos lamentables hechos.

Para evitar la confrontación recurramos al diálogo, el respeto, el amor hacia quienes integran nuestro núcleo familiar, repartámonos equitativamente las tareas del hogar porque ninguna de ellas es privativa del hombre o la mujer. Todos debemos de hacer nuestro mejor esfuerzo para evitar que nuestro hogar sea un centro de batalla.

Recordemos que hay un 911 y los Centros de Justicia para las Mujeres (9999303279) para pedir ayuda o la Codhey, en busca de orientación.

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