Sobre la bibliofilia

Lo que puede parecer absurdo para el lector aficionado no lo es para el bibliófilo.

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A menudo confundimos al bibliófilo con el bibliómano, y a éste último con el bibliópata, y a éste con el bibliorrata, y a todos los anteriores con los bibliófagos o los bibliorreicos. Pero ninguno significa lo mismo, si bien todos están íntimamente relacionados con un mal en común, un padecimiento provocado por objetos cotidianos que en mayor o menor medida pueden encontrarse en todas las casas: los libros.

Pero vayamos por partes. La bibliofilia puede definirse como el amor hacia los libros, que comienza, por supuesto, con la afición a la lectura, pero que va mucho más allá. El bibliófilo incurable no es únicamente un gran lector, sino que asimismo prodiga amor al objeto de sus afectos. El libro por sí mismo. Por ello, un auténtico bibliófilo colecciona y atesora ejemplares por diversos motivos, como lo pueden ser ediciones raras, primeras ediciones, ediciones autógrafas, incunables (los que fueron impresos en el Siglo XV) o ediciones príncipes (primerísimas primeras ediciones o pruebas de impresión).

El bibliófilo es un ser dentro de la fauna librera que, por lo general, busca y colecciona libros sobre temas específicos o como objeto de estudio. Su amor es tal que a menudo tiene un afán por clasificar o categorizar su biblioteca. Su afición por los libros obedece a diversos órdenes, todos extraliterarios, como la editorial, la encuadernación, la tipografía, calidad del papel o incluso la ilustración en portada. La antigüedad también juega un papel importante, pues mientras más viejo es el libro mayor es su rareza y, por ende, su valor.

Tan es así que lo que puede parecer absurdo para el lector aficionado no lo es para el bibliófilo, como el hecho de poseer varios ejemplares de un mismo autor o título, pero en diferentes ediciones, idiomas, países y presentaciones. Y es que un título determinado puede tener infinitas variantes para el lector experimentado, que depende mucho de quién haya tenido a su cargo el cuidado de la edición, si esta cuenta con un prólogo relevante o un estudio crítico, quién hizo la traducción es otro elemento importante que considerar.

La importancia del bibliófilo en el mundo literario y editorial es tal que existen algunos muy famosos y otros que han sido parte de la historia universal. Además, los hay quienes han protagonizado argumentos de ficción o que, en el colmo de la bibliofilia, han impreso sus propios catálogos o escrito libros sobre libros o sobre el amor a los libros.

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