La Cervecería Yucateca, un compromiso cumplido que nos llena de orgullo
El 8 de mayo va a quedar plasmado en la historia.
Mare antes que nada muchas felicidades a todas las madrecitas que el día de ayer las celebraron; era muy común ver todos los restaurantes hasta el full de llenos, incluso la gente haciendo colas de no pocos minutos esperando mesas, para consentir a las reinas de la casa; hasta hubo que romper el cochinito para comprar una rosa, que pareciera que las estaban vendiendo en las joyerías, pero, eso sí, el ramo lo estaban dando a 30, 60 y 90 años para pagarlo. Mare no se vale que la gente caiga en el abuso por ser una fecha especial. ¿Será que el Ayuntamiento reguló a tantos y tantos puestos de flores que había en la ciudad? Eso sólo ellos lo saben, ¿que no?
Y hablando de otros temas, pues ya está completa y terminada la planta de la Cervecería Yucateca, el 8 de mayo va a quedar plasmado en la historia por muchos puntos; cabe mencionar que la Cervecería Yucateca es icónica en la historia de nuestro Estado. Se inicia el sueño en 1894, de la mano de don José María Ponce, cuando empieza a importar cervezas alemanas en su negocio; en 1896 adquiere la Quinta “El Perejil” en sociedad con Pedro Peón Contreras y Serapio Rendón, donde empiezan a fabricar las primeras cervezas en el Estado, y en 1900 nace la marca Cervecería Yucateca, que después de más de un siglo, en 2002, durante el gobierno de Patricio Patrón, cierra sus puertas y con esto un capítulo importante de la historia industrial del Estado, dejando atrás los logros y a muchas familias sin empleo. En 2015, Rolando Zapata anunció el regreso y hoy, 2017, es toda una realidad, creando 600 empleos directos y seis mil indirectos, dando una luz de Yucatán al mundo. Por eso cuando le preguntó el góber a un vecino de Hunucmá: "¿Qué sientes?", la respuesta fue: "Orgullo"; y cómo no si en Yucatán los compromisos se cumplen, masinó.