Debate y de sueño
El poder de la pluma
Mare qué aguacero cayó hace dos días, puso caos en toda la ciudad, sobre todo en el centro y las colonias aledañas, porque cómo se inunda Mérida con una lluvia; por un momento me sentía en Venecia, sólo faltaban las góndolas y alguien cantando “O sole mio”.
A propósito de las calles inundadas, creo que es momento de que el próximo alcalde se aviente el tirito del drenaje en el primer cuadro de esta capital, porque hace falta y mucha, sobre todo por los peligros que resultan para la gente poder cruzar con las calles hasta el tope de agua, y el tema tan insalubre que representa para los niños, jóvenes y adultos que transitan por esas calles todos los días y son miles de miles.
Habría ver qué tanto producto de gallina tiene el próximo alcalde y si se aventaría el tiro del drenaje, porque es una realidad que tendría un costo político por el malestar y las incomodidades que le causaría a la gente y que los ciudadanos son los primeros en quejarse, aun sabiendo los beneficios que traería una obra como ésta; basta ver lo que ocurrió con el paso deprimido y ahora el distribuidor vial de la salida a Progreso, donde más de uno manifiesta su enojo por las molestias que ocasiona, sobre todo lo hacen público en las redes sociales. Ahora sí que con nada estamos conformes.
Pues llegó el primero y esperado debate, que más que debate fue de sueño, la neta hija a mí no me gustó el formato con el manejo del tiempo para las intervenciones, hubo muchas cosas que se quedaron al aire por causa de falta de tiempo.
Fue un debate donde vimos a un Anaya con bastantes datos duros y que las acusaciones que le hizo a López Obrador fueron con sustento y dando las citas para consultar la información que mencionaba; vimos a una Margarita extremadamente nerviosa y que eso mismo le impidió tener un buen debate; un Meade planteando el mayor número de propuestas y siendo congruente con mucha de la información y también demostrando con pruebas las acusaciones hechas a AMLO, como el tema de los departamentos que niega el Peje, pero están a su nombre; AMLO con evasivas y, como es su costumbre, no dando respuestas y escondiéndose -si no son ciertas las acusaciones, ¿por qué no las aclara?-, y El Bronco, bueno ése salió más comediante que yo, masinó que sí.