Medio ambiente y mujer
El poder de la pluma
Es innegable la participación activa de las mujeres en las actividades de desarrollo sustentable, ya es parte de un signo representativo de la participación de aquéllas en los programas medioambientales por medio de cooperativas, grupos ambientalistas o bien como funcionarias de algún nivel de gobierno en materia ambiental.
Muchas mujeres, con el objetivo de salir adelante, han emprendido un negocio y aunque no es fácil buen número de ellas están destacando por su valor y el empoderamiento femenino a la hora de hacerlo.
También podemos conocer que dentro de las zonas rurales existen mujeres involucradas en el sector ambiental, que son beneficiarias de los bienes y servicios ambientales de manera sustentable. En estos lugares, las mujeres juegan un papel importante, diseñan programas de desarrollo rural ambiental y respetando su entorno han sabido salir delante de manera económica y preservando su entorno ecológico.
En este tipo de programas se aprovechan los recursos ecológicos de la comunidad y se genera una economía directa entre las participantes de la cooperativa y con esto producen un apoyo para la economía de su comunidad.
En muchos de los casos las mujeres elaboran artesanías con productos de la zona, otras administran recorridos a través de senderos interpretativos y en muchos de los casos han creado programas de recorridos turístico-ambientales que dan mayor realce y forma a nuestros espacios ambientales.
También se habla de la necesidad de ofrecer paquetes turísticos conectando las diferentes comunidades para que los turistas puedan visitar cada punto, conocer cada atractivo y consumir los productos que se elaboran en cada una de las comunidades. Lo más importante es crear corredores turístico ecológicos que promuevan el respeto a la naturaleza, el aprovechamiento de los recursos naturales y el desarrollo económico de las comunidades.
El turismo sustentable se define como aquel que se desarrolla en una determinada región de manera que permita su sustentabilidad por tiempo indefinido, sin dañar el ambiente y con el objetivo de propiciar el progreso exitoso de otras actividades. Para ser sostenible, el turismo debe ser económicamente viable, satisfacer las necesidades de la sociedad, conservar el medio ambiente y el patrimonio cultural del que depende y, de esta forma, continuar generando beneficios sin perjudicar a las generaciones actuales y futuras.