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Ponerse las pilas es una locución verbal de uso coloquial, que por lo general utilizamos cuando queremos estimular a una persona para que se aplique con especial dedicación y diligencia al hacer frente a una misión de importancia alta. Pero especialmente hoy, como en ningún otro momento en la historia de la humanidad, ponerse las pilas es una necesidad imperativa que tendríamos que interpretar en un sentido más literal que figurativo.

Y esto es debido a que el mercado del almacenamiento de energía en baterías o pilas está llegando al punto de inflexión a partir del cual sólo puede esperarse que entre en una espiral ascendente, que me atrevería a calificar de explosiva.

En la Bolsa de Londres ya existen hoy al menos dos fondos de inversión especializados en proyectos de almacenamiento de energía en baterías de gran escala. Uno de ellos, Gresham House Energy Storage Fund, listado bajo el símbolo GRID, después de haber realizado una colocación y oferta inicial apenas hace menos de un mes, ha recaudado ya £120 millones para financiar seis proyectos nuevos de almacenamiento de energía, con una capacidad de 245 MW, que forman parte de un portafolio de proyectos que podrían alcanzar los 485 MW.

En China se han desplegado proyectos nuevos de almacenamiento electroquímico de energía por 533.3 MW tan sólo en los primeros 9 meses de 2020, lo que significó un crecimiento del 157% comparado con el mismo período del año anterior.

En los Estados Unidos, la industria del almacenamiento de energía logró arrancar proyectos por 476 MW en un solo período trimestral (julio– septiembre 2020), en un suceso histórico que ha superado por más del doble las cifras de cualquier trimestre previo y que la firma de análisis de mercados Wood Mackenzie Power & Renewables ha descrito como “una pequeña señal de lo que está por venir”, y su responsable del área de almacenamiento de energía, Dan Finn-Foley, ha afirmado que, con semejante desempeño, este mercado ha comprobado ser extremadamente resiliente a los impactos del confinamiento derivado del Covid-19. El mercado residencial experimentó un crecimiento del 7%, con una gran proporción del mismo debido al crecimiento del estado de California en este rubro.

En Victoria, Australia, se ha echado a andar un proyecto que autoriza tanto a proyectos residenciales como comerciales e industriales (C&I) que cuentan con generadores solares y almacenamiento en baterías, para que puedan comerciar electricidad y servicios de red en una plataforma que puede servir de modelo para replicarse en todo el país o incluso en todo el mundo. La prueba inicial incluyó 50 hogares, y ahora mismo está siendo escalado a 1,000 participantes residenciales, comerciales e industriales. El mercado opera en su propia plataforma digital, que más adelante incluirá vehículos eléctricos, cargadores y medidores inteligentes.

En México, con el gobierno, sin el gobierno o a pesar del gobierno, ¡tenemos que ponernos las pilas, ya!

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