|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

En el futuro que estamos construyendo hoy, destaca como pilar fundamental el tema energético. Resolver adecuadamente el modo como vamos a obtener y utilizar los recursos energéticos de ahora en adelante es crucial no solamente para los que participamos en una industria en constante desarrollo y avance tecnológico, sino que tiene gran relevancia para toda la humanidad. De las acciones que se implementen relacionadas con la energía dependerá que continúe agravándose una crisis climática que ya está alcanzando límites jamás antes imaginados.

De ahí la importancia de contar con un cimiento fuerte desde hoy, que nos permitirá construir con confianza ese futuro al que aspiramos.

El filósofo, místico y esoterista búlgaro Omraam Mikhaël Aïvanhov escribió en 1957, en su libro

“Reglas de oro para la vida cotidiana”, que “así como el presente es una consecuencia, un resultado del pasado, el futuro es una prolongación del presente. Todo se sostiene; el pasado, el presente y el futuro no están separados. El futuro se edificará sobre los cimientos que coloquéis ahora”.

Y la mentira jamás podrá constituirse en un cimiento sólido sobre el cual podamos edificar algo tan valioso como nuestro propio futuro.

En el año 2013, los legisladores de nuestro país aprobaron una reforma constitucional, que derivó en la promulgación de 9 leyes completamente nuevas, y la reforma a otras 12 ya existentes, en lo que significó el cimiento sobre el cual se edificaría el futuro energético de México. Una de las nuevas leyes es la Ley de la Industria Eléctrica, que hoy el Ejecutivo federal pretende reformar, mediante una iniciativa preferente que ha enviado al Congreso, institución que convocó a un parlamento abierto para escuchar opiniones acerca de ella.

En las discusiones que tuvieron lugar los pasados días, el Ejecutivo federal arremetió con toda la fuerza de sus estrategas de comunicación, en el intento de que esta reforma sea aprobada, pero lamentablemente tomó con toda premeditación la decisión de usar como herramienta principal de este intento la mentira.

La mentira fue introducida, multiplicada y replicada intencionalmente, se asoma desde la exposición de los motivos de la iniciativa, realiza conjeturas acerca de las intenciones y las formas en las que fue aprobada la ley vigente y justificar así la necesidad de reformarla, ofrece datos técnicos falsos acerca del funcionamiento del Mercado Eléctrico Mayorista, contiene falacias acerca de las energías renovables e inunda el documento con prejuicios acerca de las intenciones de las empresas privadas, confunde con datos erróneos acerca de los costos, hace esperanzadoras promesas acerca de las tarifas, que en esas condiciones no se podrán cumplir jamás, oculta los verdaderos impactos negativos medioambientales y de salud pública que tendrían que enfrentarse de ser aprobada dicha iniciativa.

México no merece esto, todas esas mentiras no son el cimiento que se necesita para construir sobre él nuestro futuro energético, más allá de su lealtad al presidente, los legisladores de todos los partidos deben afrontar su responsabilidad con la nación, y desechar por completo esa iniciativa.

Lo más leído

skeleton





skeleton