Toda meta tiene un camino, no hay una sola cosa que no tenga un objetivo; cualquier decisión busca encontrar un resultado. En ese escenario no nos detendremos a indagar si los objetivos o las metas son buenos, correctos o legales, lo que interesa es hablar específicamente de que ante cualquier acción siempre buscaremos una consecuencia.

Allí entra esclarecer cuál es el objetivo de este trabajo, lo haremos a través de la ejemplificación de situaciones sociales hipotéticas, buscaremos las más apegadas a la realidad, sin salirnos de las líneas descriptivas con las que pretendemos generar la ilusión de los hechos que nos ocupan y tampoco perder la finalidad de ilustración de tan cotidianos sucesos.

Tenemos por ejemplo la imperiosa y muy estructurada forma de adquirir conocimiento, acción que se convierte en un fin; este fin está dentro de los calificados como buenos, positivos y correctos; en este ejemplo, intervienen la voluntad y disposición de un adulto, que en el inicio será quien tome las primeras acciones en favor del cumplimiento del objetivo; para ello se allega de elementos cuantitativos y cualitativos que le pueden permitir tomar la primera decisión.

En este ejemplo hablamos del rumbo que deberá iniciar la preparación académica de un ser humano, primer paso para delinear un fin; para ello seguramente se buscarán las alternativas que hay para decidir ir por uno.

Lo mismo sucede en cualquiera de los ejemplos que expondremos en estas líneas, todas las decisiones que nos llevarán a desarrollar una acción tienen que atravesar por un proceso que conducirá a tomar el mejor camino.

Algunas ocasiones nos perdemos en el camino y cuando nos damos cuenta de tal situación optamos por regresar al punto de partida, para desde allí escoger entre las demás opciones aquella que nos va a permitir llegar al objetivo.

Es grandioso tener alternativas y los caminos que se vuelven opciones, y que de antemano cuando inicia la travesía por cualquier proyecto, quedan en el tintero otras opciones que no desaparecen, que se vuelven opciones que tendremos como un recurso en caso de necesidad.

Hoy después de ocho semanas de ver resultados positivos en los datos en los que se nos informa sobre el desarrollo de la pandemia, nos damos cuenta de que ya escogimos un camino. Entre los que teníamos, éste es el que durante la marcha ha resultado favorable para ver datos alentadores, resultado del comportamiento de la sociedad; es así como vemos que las cosas son posibles cuando cumplimos las reglas; el Covid-19 no se va, pero lo estamos enfrentando con responsabilidad. Pero seguramente en este camino nos encontraremos con algún suceso que nos haga redireccionar, enderezar o corregir el camino.

Para la reflexión: ¿Vamos por buen camino y no debemos variar el rumbo, o nos ponemos atentos, reforzamos lo que estamos haciendo bien y en caso de necesidad ajustamos el rumbo?