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Las dos grandes reformas a nuestra Carta Magna en este siglo: el multiculturalismo y los derechos humanos, son ejes de enseñanza y aprendizajes imprescindibles en la educación actual.

Para nadie resulta una sorpresa afirmar que la educación se encuentra en crisis, los más quejosos son los educadores, quienes externan su pérdida de autoridad en el salón de clases; en su decir, afirman que la convivencia entre los miembros de una comunidad escolar se encuentra basada en actitudes opresivas y hasta interacciones hostiles en la escuela.

Las situaciones de conflicto muestran mayor incidencia en las interacciones de convivencia en la educación media superior, por lo que es ahí en donde se antoja prioritaria la inclusión de la educación en los derechos humanos en la curricula escolar para esta nueva generación de aprendices; esto daría como resultado perfiles de egreso con jóvenes con amplios sentidos de convivencia pacífica dentro del derecho.

La percepción de los derechos humanos es amplia y diversa, hay quienes sienten que están a favor de los que delinquen y a otros no les queda muy clara su función, hasta que sus derechos son violados.

Su inclusión en la Constitución, como eje rector de todas las actividades humanas, modificó el enfoque jurídico, político, social, cultural, económico, ambiental y educativo; este último es la razón de esta opinión, que no tiene como objetivo descontar la utilidad de la interculturalidad, el enfoque de formación de competencia, sino todo lo contrario; estos enfoques deben ser transversalizados por el aprendizaje de los derechos humanos y para lograrlo es necesario desmontar todo el aparato ideológico en la educación centrado en el maestro, creando estructuras democráticas en la escuela.

En la educación media superior, en donde como educadora tengo mayor experiencia, he observado cómo algunos subsistemas, ejemplo los Colegios de Bachilleres del Estado, desaprueban las organizaciones estudiantiles.

El no escuchar la opinión de los escolares a través de órganos colegiados en sociedades de alumnos es cuestión de desacato e incongruencia a los derechos humanos inherentes a toda persona, y de esas violaciones hay legajos, claro que realizados sin conocimiento de causa; de ahí la importancia del aprendizaje de los derechos humanos en todas las estructuras escolares, que incluyen a docentes y personal de apoyo a la educación.

Así, la inclusión de los derechos humanos en la educación tiene que dar como fruto una educación a partir del respeto y tolerancia hacia la diversidad humana que se encuentra dentro del contexto del aula y que le servirá posteriormente para interactuar con la compleja sociedad de esta modernidad, en donde es necesario poseer una visión de cambio y, aunque suene a utopía, construir a través de la educación en los derechos humanos una sociedad con espacios de cooperación, inclusiones restaurativas y actitudes de negociación para la convivencia en la paz (Continuará).

 

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