La religión, arma ideológica (II)
El poder de la pluma
La religión autóctona de los mayas en la época de la conquista sufrió un acoso permanente. Todo acto que no correspondiera a la doctrina de la Iglesia Católica era un acto de crimen contra la fe, que merecía castigos aleccionadores. La resistencia a la imposición fue nutrida, aunque vana.
Algunos sediciosos pagaron con la vida su rebeldía, otros corrieron con mejor sol, como el Cocom de Sotuta que era de linaje sacerdotal. El obispo Montalvo lo apresó y lo desterró a la cárcel de San Juan de Úlua, a la que no llegó, se escapó; la corrupción ha existido siempre.
Del mismo linaje, años después el sacerdote maya Andrés Chim inició un movimiento de resistencia en el que instaba a los mayas a volver los ojos a sus dioses. Pedía que huyeran a los montes, que buscaran cuevas y cavernas en donde pernoctar, mientras se congraciaban con los dioses arrinconados en el jardín del olvido. Andrés Chim afirmaba que él era una reencarnación de Moisés, este misterio se lo comunicó el Espíritu Santo de Hunab Ku; en sueños el Espíritu Santo del creador de todas las cosas lo santificó para preparar la liberación de los mayas.
Como puede observar, estimado lector, surgía una translocación bíblica en donde los mayas eran el Israel Americano, que luchaba contra la opresión del hombre blanco. Además decía Andrés Chim que él recibía revelaciones de una Santa Niña que desde el techo de su casa le hablaba por las noches; este hecho es vital, ya que la religión católica maya años después utilizaría el oráculo como forma de recibir revelaciones, incluso órdenes en todos los sentidos del poder. Este quizá sea el antecedente más antiguo de los inicios de un sincretismo religioso que en algunas regiones de la península aún persiste de manera cotidiana en la religiosidad popular.
Sánchez Aguilar, un cura que anduvo por muchas parroquias del oriente de la península, acucioso observador de todas las costumbres de los aborígenes, da cuenta de un hecho en donde Alfonso Chablé y Francisco Canul, ambos ah kinees, proyectaron crear una Iglesia Maya, paralela a la Iglesia Católica. El hecho sucedió en el territorio del actual municipio de Tekax. El testimonio del cura afirmaba que los citados se autonombraron papa y obispo, por las noches citaban a sus feligreses y siguiendo los ritos católicos rendían culto a sus dioses, utilizando los objetos de los rituales de una misa: copas, sagrarios, hostias y otros objetos.
Los rebeldes mayas que pelearon la guerra étnica, Guerra de Castas, después de medio siglo de lucha se refugiaron en Chan Santa Cruz. La reivindicación étnica abarcaba todas las dimensiones posibles, entre las que se encontraba la religiosa, no creo que nadie de los líderes pensara retornar a los dioses del pasado que ya tenían factura de caducidad. (Continuará)