Celebrar la identidad

Verónica García Rodríguez: Celebrar la identidad

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Dictada en Kingston el 6 de septiembre de 1815 a su secretario Pedro Briceño Méndez, y cuyo manuscrito original se encontró recientemente en el Fondo Jacinto Girón del Archivo Histórico del Banco Central del Ecuador, la Carta de Jamaica contiene un análisis amplio de la situación que vivían los pueblos de América a principios del siglo XIX, justo en el periodo de transición de provincias coloniales a estados independientes, así como ciertas previsiones políticas de Simón Bolívar, que plantean y anuncian, en cierto grado profético, el destino libertario de estas naciones.

En ésta, Bolívar reconoce la inmensidad del continente americano, variado y diverso; así como también las barbaries realizadas sobre él por los españoles, de las que dice “son superiores a la perversidad humana”. Pero, también nos anuncia que el periodo de dolor, subyugación, está por terminar y que “el lazo que la unía a España está cortado”.

Nos habla de una América que ha abierto los ojos a la luz de la libertad y la lucha por conservarla. Menciona pueblos enteros en pie de lucha, armados y triunfantes unos, desesperados otros, pero capaces todos de oponerse a la dominación extranjera, a una monarquía que les es ajena.

En los primeros folios de la Carta de Jamaica, Bolívar describe un escenario devastado en toda América y en plena efervescencia independentista. El sueño bolivariano al que varios autores hacen referencia es el deseo que expresa Bolívar en esta carta de que pueda existir una América unida, deseo que expresa con mucha cautela y decoro, advirtiendo que es muy prematuro en ese momento predecir el resultado del movimiento que se estaba dando. Sin embargo, ha sido tal el impulso de sus palabras que ha transgredido las fronteras del tiempo y la geografía.

Sin duda esta idea de la unión americana es retomada por José Martí setenta y seis años después en el ensayo Nuestra América y por su puesto de la que se desprende el espíritu del pensamiento de Leopoldo Zea y otros pensadores latinoamericanos.

Definitivamente Bolívar en la Carta de Jamaica muestra un conocimiento amplio, y preciso a la vez, de las comunidades indígenas americanas y lo que había sucedido en cada región del vasto continente. En sus palabras podemos apreciar una identificación con el nativo y la indignación por la barbarie cometida por los conquistadores. Reconoce la dignidad y nobleza de los naturales al señalar que “existe tal diferencia entre los reyes españoles y los Reyes Americanos; en suerte que no admite comparación”, puesto que los primeros no supieron responder a la generosidad o tolerancia con la que fueron tratados los invasores por los gobernantes de las diferentes culturas autóctonas; por el contrario, ellos fueron objeto de burlas, vejaciones y torturas antes de ser asesinados.

Celebrar el Día de la Identidad Latinoamericana y Caribeña, instituido durante de la IV Reunión del Consejo Mundial del Proyecto José Martí de Solidaridad Internacional de la ONU, es recordar quiénes somos, de dónde venimos y que todavía es posible construir el sueño bolivariano, en el que toda América se mire como una nación. 

Lo más leído

skeleton





skeleton