8M: monumentos de historia viva
Verónica García Rodríguez: 8M: monumentos de historia viva
El 8 de marzo abre un mar de discusiones y diatribas en torno a las mujeres, que no así a la resolución de los grandes problemas que todavía enfrentan las mujeres, sin embargo, por lo menos, hoy se habla de estos. Durante los días posteriores a la marcha del 8M las redes sociales se inundan de comentarios en apoyo a las marchistas y también en contra. Este año, nuevamente los monumentos intervenidos con los mensajes de protesta fueron tema de discusión, lo cual ya no es para nada una novedad; pero, lo que sí fue diferente es que se lee un mayor número de comentarios de hombres y mujeres tratando de explicar el significado de estas manifestaciones.
Por ejemplo, este año, el alcalde de Mérida, Renán Barrera Concha, quien años atrás había expresado indignación por estos hechos, en esta ocasión señaló que las denuncias de las mujeres son legítimas: “por encima de todo está la libertad de expresión”, y que se recurriría al INAH para la restauración de los monumentos intervenidos, sin ninguna denuncia ni detención al respecto. Asimismo, en días posteriores, una restauradora de arte llamó la atención de los internautas por estar, no sólo limpiando el Monumento a la Bandera, sino registrando las pintas, y doña Miriam Peraza, propietaria del restaurante Manjar Blanco, a quien se le vio limpiar la cortina de su local por algunas pintas del día anterior, en el que ella también marchó portando su pañoleta morada al cuello: “no hay nada que un poco de agua, jabón y pintura no pueda quitar”, comentó.
Por eso, vale la pena traer a cuentas la postura del colectivo Restauradoras con Glitter, que reúne a más de 400 restauradoras de arte, y quienes en la entrevista con Mónica Arellano publicada en 2019, señalaron, entre otras cosas que: “hay varias partes de la ley de la conservación del patrimonio, una de ellas es la conservación preventiva, nosotras nos sumamos a este movimiento femenino pidiendo respuesta a las autoridades. Esta es una forma de prevenir que se continúen alterando los monumentos, no queremos que eso suceda pero ahora que ha sucedido es nuestro deber registrar las pintas porque forman parte de una historia y obedecen a un momento álgido de algo que estamos viviendo todas. Es por eso que acompañamos el movimiento, pero no estamos en ningún momento pidiendo que la gente vaya a rayar ni a vandalizar […] Es importante entender que los monumentos o los bienes culturales tienen que estar en contacto con la sociedad, si no se resignifican no valen nada. Pero a veces esa resignificación es agresiva, puede tener momentos de roce que responden a una transgresión”.
En dicha entrevista, comentan tambiénque el ángel de la Independencia —así como el Monumento a la Bandera, ubicado en Paseo de Montejo— es un memorial, por eso resulta tan impactante las pintas, pues el mensaje al mundo es de un México feminicida. “No es una pinta común y corriente, se está contando la historia, es una denuncia”.
De acuerdo o no, a favor o en contra, los monumentos hoy son los lienzos sobre los cuales se registra un clamor de justicia e igualdad.