Hablar de literatura yucateca puede ser tentador para crear imágenes poéticas a partir de cualquier pretexto académico; para hacer un simple recorrido anecdótico de las diferentes crónicas que se tienen registro de las élites literarias de la región o, inclusive, terminar hablando de todo menos del texto en cuestión. Por esto, resulta importante tener una metodología que nos permita caminar con pasos firmes para alcanzar resultados académicos lo más objetivos posibles.

En el caso de Yucatán resulta aún más conveniente debido a que tenemos un territorio que ha cambiado geográficamente a lo largo de la historia, y es zona bilingüe desde la época de la colonia, por lo cual tenemos una tradición literaria también bilingüe, tanto oral como escrita, resultando esta última en el renacimiento de la literatura maya que tuvo su auge en a finales del siglo XX.

El poeta Rubén Reyes Ramírez, doctor en Literatura por la Universidad de La Habana y doctor en Cultura y Literatura por la Universidad de Sevilla, propone una metodología de cuatro puntas clave para un estudio de la literatura yucateca o de cualquier región: 1) ¿De qué concepto de literatura se parte?; 2) ¿Cómo se puede delimitar el área que abarca esa literatura?; 3) ¿En qué contexto sociocultural se ubica su nacimiento?; y 4) ¿Qué etapas perceptibles se puede advertir en su trayectoria?

La primera pregunta es crucial, puesto que cuando hablamos de literatura yucateca tenemos que remitirnos sin duda alguna a los antecedentes que se encuentran en la cultura maya y que partirá del concepto de literatura que se elige, el que nos permita acercarnos a la producción escrita en los diferentes formatos que lo hizo esta gran civilización: glifos, estelas y códices.

La segunda nos hará reflexionar acerca de los cambios geográficos de Yucatán, así como si la obra en cuestión ha sido escrita por yucatecos fuera de las demarcaciones del Estado o ha sido escrita en territorio yucateco por algún autor nacido o radicado en la entidad.

La tercera exige una revisión más acuciosa de la historiografía literaria, pues ubicar el nacimiento de una literatura requiere delimitar el contexto sociocultural, así como el momento histórico en el que se da; pero, también el identificar los rasgos característicos que nos permitirán verificar o demostrar el momento justo, maravilloso y mágico del nacimiento de esa nueva literatura.

La cuarta pregunta nos plantea las etapas que podemos advertir en la trayectoria histórica por la que ha pasado esa literatura y que seguramente nos explicará la evolución o rasgos estilísticos, culturales e incluso políticos que pudiéramos advertir en las diferentes obras que la componen.

Definitivamente, el Dr. Reyes Ramírez nos provee de una sencilla herramienta académica que podemos aplicar al estudio de cualquier literatura o corriente literaria, en el caso de la literatura yucateca podría servir diseccionar aún más los estudios ya realizados y acercarnos al estudio de la literatura maya, la literatura maya escrita por mujeres o, inclusive, para el estudio de las literaturas más contemporáneas como de corte colonial o queer, cuya demarcación principal no sea geográfica, sino los territorios socioculturales, subjetivos o historiográficos.