Curiosidades en la historia: los presidentes asesinados de los Estados Unidos

Víctor M. García de la Hoz: Curiosidades en la historia: los presidentes asesinados de los Estados Unidos

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

J ohn Wilkes Booth pasó a la historia por haber asesinado al presidente Abraham Lincoln, en el Teatro Ford, el 15 de abril de 1865. Después de disparar a Lincoln directo a la cabeza saltó desde el balcón para caer en el escenario, se rompió una pierna, pero logró escapar. Lincoln murió a las pocas horas y unos días después se dio muerte a Booth durante su captura. Su hermano, Edwin Booth, a fines de 1864 salvó la vida a un hombre de 21 años al evitar que cayera frente a un tren en movimiento en Nueva Jersey. El hombre al que le salvó la vida era el hijo de Lincoln: Robert Todd Lincoln.

James Garfield también sufrió un atentado (2 de julio de 1881), pero no fueron precisamente las balas, sino las malas prácticas médicas las que le provocaron una tremenda infección que lo llevó a la muerte 70 días después de la agresión. Alexander Graham Bell, con su recientemente inventado detector de metales, trató, pero no pudo encontrar la bala. Tiempo después descubrieron que el Presidente tenía un nuevo colchón en su cama, el primero que se fabricaba en el mundo con resortes metálicos, interfiriendo el funcionamiento del aparato de Bell.

El 6 de septiembre de 1901, William McKinley, tercer Presidente asesinado, recibió dos disparos a muy corta distancia de Leon Czolgosz; una bala le atravesó el hombro y la otra le dio en el vientre. Los médicos decidieron dejar el proyectil, pues no sabían con certeza donde se había alojado. Los galenos no quisieron utilizar la recientemente inventada máquina de “Rayos X” por miedo a “efectos secundarios”. Después de diez días murió por gangrena interna.

Casi 100 años después de Lincoln, noviembre 22 de 1963, Kennedy se convertía en el cuarto presidente asesinado, también de un tiro en la cabeza: Lincoln en el Teatro Ford, Kennedy a bordo de un Ford Lincoln. Ambos fueron sucedidos por sus vicepresidentes de apellido Johnson (Andrew y Lyndon). Ambos asesinos (Booth y Oswald) fueron muertos sin llegar a juicio.

Los otros dos asesinos de presidentes tuvieron juicio y fueron condenados, aunque en ambos casos la muerte del presidente fue causada por práctica médica deficiente.

Definitivamente se trata de esas coincidencias históricas de las que no se habla mucho.

Hasta la próxima.

Lo más leído

skeleton





skeleton