El deseo es la diferencia entre el punto
donde te encuentras ahora y el punto
donde quieres estar en el futuro James Clear

Algunas personas viven esperando que un gran acontecimiento o circunstancia llegué de repente y provoque un cambio en su existencia. Añoran el éxito e imaginan logros que aparecen como por magia para modificar el entorno, en un abrir y cerrar de ojos.

Para lograr grandes cambios en la vida los expertos recomiendan analizar esos comportamientos repetidos de manera cotidiana, casi sin darse cuenta. Son esos pequeños hábitos los que terminan por impactar en grande.

Según esto, el éxito más que tratarse de un acontecimiento único y extraordinario, es el resultado de la reproducción de nuevos hábitos, pero por muy pequeños, se requiere que sean constantes, diarios y frecuentes.

Uno de los principales voceros de esta filosofía es James Clear, quien exalta las diminutas acciones, inspirando a las personas a dar pasos cortos, pero seguros, que los acerquen cada vez más a la meta que transformará su mundo.

En su libro “Hábitos Atómicos” Clear señala: “La mayoría de nosotros tenemos una visión distorsionada de nuestro comportamiento. Pensamos que actuamos mejor de lo que realmente lo hacemos”. Tal vez analizar esta frase sea una buena invitación a dar ese pequeño salto, ese primer paso como el principio de un gran logro.

Es momento de dejar de lado las grandes expectativas que impulsan a vivir esperando los enormes y espectaculares acontecimientos que hacen del mundo un lugar mejor, y comenzar a avanzar poco a poco, constantemente, con frecuencia y determinación.

Esos son los hábitos atómicos de los que habla James en su libro, todos quieren cambiar algo en sus vidas, ya sea ganar un campeonato, ser parte de alguna empresa, dejar de fumar, bajar de peso, eliminar el estrés o alcanzar cualquier meta. No existe en el mundo alguna persona que no posea el deseo de generar algún cambio y la mejor manera de lograrlo es comenzando con pequeñas modificaciones.

En sus páginas asegura que todos los hábitos, desde el más pequeño hasta el más significante, tienen una gran influencia en la realidad, por ello no hay que olvidar que para avanzar de manera positiva y efectiva son indispensables la paciencia y confianza.

Es probable que al momento no se vean los resultados, pero no es allí donde se debe fijar la atención. Es necesario estar enfocado en esos actos pequeños que se realizan de manera constante y que permiten quedar más cerca de la meta principal.

Las acciones que se ejecutan diariamente, casi de modo automático, parecen tan intrascendentes que en ocasiones se olvida el gran poder que tienen sobre el curso de su vida, allí se encuentra la importancia de elegir con inteligencia esos pequeños comportamientos. La propuesta de hábitos atómicos de James Clear es dejar de intentar transformar la conducta esperando grandes resultados de manera repentina, por el contrario, se trata de crear un compromiso personal de mejorar todos los días un 1% en algo.

La inmediatez no es el ingrediente principal, serán la frecuencia y la persistencia las que acercarán cada día un poco más a su meta a quien lo practique.