La mente maestra
Adriana Marín Martín: La mente maestra.
Hace muchos años hubo un hombre millonario que era conocido como “El magnate de acero”, su nombre era Andrew Carnegie. Un día surgió una duda en la mente de este apoderado caballero, no podía dejar de preguntarse ¿cuáles serían los hábitos y actitudes de las personas con más éxito en el mundo?
El dinero no era problema en su vida, por ello decidió contratar a alguien para que realice una buena investigación que responda a sus interrogantes. El elegido fue un humilde joven que se desempeñaba como periodista y respondía al nombre de Napoleón Hill.
La investigación se alargó por veinte años, tiempo en el que Napoleón entrevistó a más de seis mil personas que destacaban y eran exitosas en diferentes ámbitos, 500 de ellas fueron grandes figuras de la época: Edison, Henry Ford, Alexander Graham Bell, John D. Rockefeller, Theodore Roosevelt, Albert Hubbard, por mencionar algunos.
El extenso trabajo de Hill se convirtió en una obra a la que titularon “Las leyes del éxito”, en ella se resume la serie de características que el hombre debe tener para llegar a ser exitoso. Hoy, el libro permanece entre los más vendidos, y aunque su autor falleció hace décadas, sigue siendo considerado “el filósofo de la superación de todos los tiempos”.
Entre las leyes que Napoleón propone en sus páginas destaca la de LA MENTE MAESTRA, se refiere a la atención que debe poner el individuo al elegir a las personas de quienes se rodea, pues desde el punto de vista de los más exitosos, es fundamental asociarse con personas que compartan la manera de pensar. Con ello se logra una química mental que resulta muy positiva.
Hill escribió que la mente maestra es de gran importancia para superar a los enemigos que se encuentran en el camino de quienes buscan éxito profesional y personal. Se trata de seis principales miedos que él asegura que tarde o temprano llegarán: el miedo a la pobreza, a la muerte, a las enfermedades, a perder el amor, a la vejez y a la crítica. Por ello este observador de la conducta humana, destacó la importancia de buscar personas que tengan una forma de pensar y objetivos similares a los propios.
Aplicando esta regla a la vida cotidiana es probable que si sientes que estás paralizado y que no has llegado a donde te gustaría, tal vez no te encuentras con las personas indicadas. Si buscas un entorno positivo, rodéate de gente que procure lo mismo; si te gusta trabajar constantemente en tu crecimiento personal, asegúrate de que quienes conviven contigo también lo hagan. Si te incomodan las críticas, no compartas con quienes critican.
Quiero dejarte un fragmento de la obra de Hill, en el que explica claramente la ley de la mente maestra, “piensa en aquellas personas de mentalidad positiva que te gustaría tener como consultores o asociados, imagínate con este grupo capaz y de mentalidad positiva, en perfecta armonía, ayudándote a trazar y planificar la consecución de tus metas, y ahora, repite: me gusta reunirme en armonía con amigos de mentalidad positiva para planificar mis metas”.
El ejemplar “Las leyes del éxito” lo encuentras hoy en las librerías con el nombre de “La Filosofía del Éxito”.