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Los ideales y las ganas de ser y estar cada día mejor abundan en estas fechas, y es que casi todas las personas aman los principios, existe una muy fundamentada creencia (no sé si válida o inválida) de que con los inicios llega lo bueno, de que las oportunidades se encuentran con frecuencia al estreno de algo.

Es así, que la dieta siempre va acompañada de un lunes, o del día uno de tal mes…, los propósitos son el compañero perfecto de cada nuevo año y esperamos el inicio del ciclo académico para estrenar útiles escolares, mochilas y uniformes.

Tal vez es bajo ese parámetro que cuando empiezo a leer un libro, una ilusión inexplicable palpita en mi ser. Algo fuerte y emocionante vibra en mi interior cada vez que abro un ejemplar nuevo. La gente que es muy allegada a mí sabe cuánto disfruto ese momento, el modo en el que analizo la portada y la manera en la que gozo el aroma de las páginas recién llegadas.

Me gusta comparar cada año que termina con un libro de vida, algo así, como una edición que con el paso de los meses va avanzando capítulo por capítulo hasta llegar al último, el cual permite la llegada del tomo siguiente. Si lo vemos de ese modo, nuestra vida sería la compilación de varios ejemplares que conforman una historia, nuestra historia.

Durante este 2022 tuve la oportunidad de leer a grandes autores de nuestra época, pude platicar con algunos y releer a muchos otros. Recuerdo que antes de que inicie este año, el cual concluirá en unas cuantas horas, todavía había mucha incertidumbre en el ambiente, inseguridades y temores que el Covid-19 llegó a regalar y regar para toda la humanidad durante 2020 y 2021.

Pero también pude advertir que todas esas experiencias, muchas de ellas amargas, tocaron fibras sensibles, incluso en los creadores de contenido, autores y escritores, pude notar, que muchos libros surgidos luego de marzo de 2020 llegaban llenos de sentimientos, de anhelos, de esperanza, de fortaleza y fe ante la humanidad. Como si lo vivido hubiera logrado forjar los corazones, tal como se refuerzan las piezas del oro en el fuego.

Dicen que luego del caos suceden buenas cosas, quiero creer en ello, tengo ganas de aferrarme a esa idea, pienso que lo mejor está por venir, que es verdad el refrán que siempre me dijeron en casa: “después de la tormenta llega la calma”.

Hoy que estamos a muy poco de despedir este 2022 deseo con todo mi corazón que el anhelo de lo bueno que llega con los inicios retumbe de nuevo, que la fe de la renovación persista en cada uno de los que están leyendo este artículo; pero sobre todo, espero con todas mis fuerzas que si este año de tu vida es comparado con un libro, sea una edición especial, de pasta dura, material adicional y algunas páginas de cortesía para lo que se le ofrezca al lector.

Que este 2023 leamos muchos libros y que la mejor obra sea aquella que hagamos de nuestra vida. ¡Feliz Año Nuevo!

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