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Había una vez un nadador mexicano que de niño usaba una cadena que llevaba colgando un dije de delfín, al crecer decidió cambiarlo por la figura de un tiburón, con la finalidad de no verse infantil. Así fue como adoptó el sobrenombre de “Tiburón”.

El tiempo pasó y este destacado deportista fue seleccionado nacional de natación durante 13 años, y se mantuvo por 10 años como el mejor en la prueba de los 50 metros nado mariposa.

El ímpetu y la pasión al desempeñarse, son estandartes para Manuel “Shark” Sotomayor, por ello fue múltiple medallista internacional, representando a México en diversos eventos internacionales, juegos centroamericanos, mundiales y universidades de todo el mundo, el único evento que le faltó fueron las Olimpiadas, a pesar de ser el mejor del país, por cuestiones que él dice “fueron bendiciones de vida”.

Gracias a toda la experiencia y disciplina adquirida durante su trayectoria como deportista, Manuel decidió iniciar un proyecto con la finalidad de apoyar a atletas de alto rendimiento, para que fueran becados y estudien licenciaturas o maestrías en la Universidad Anáhuac del Sur. Actualmente es conferencista internacional, consultor de la marca de ropa deportiva Perry Ellis y autor de dos libros.

La motivación siempre ha sido su virtud, por ello jamás dejó de moverse, como el tiburón blanco, me dijo en entrevista: “el tiburón blanco tiene una característica muy particular, si no se mueve se hunde y muere. Y esta es la mentalidad que debe de seguir el ser humano para no hundirse y seguir para alcanzar sus metas y sueños”.

Manuel diseñó su propio sistema de movimiento y superación, lo dividió en leyes que comparte en sus dos libros, “Mentalidad de tiburón” y “Estrategia de tiburón”, en ambos ejemplares “Shark” ofrece a sus lectores reglas para maximizar su potencial mental, pero siempre basado en un marco de valores. Por ello asegura: “En el camino del estratega debe haber bondad, porque esta es la cualidad humana que nos hace diferentes a los animales, ellos actúan por instinto, nosotros tenemos la capacidad de ser racionales y tomar decisiones para mostrar nuestra esencia humana”.

No todo jugó a favor de Sotomayor, hubo percances que le complicaron el camino, hasta el grado de poner en pausa lo que en ese momento era su máximo sueño, pero esa mentalidad de tiburón lo mantuvo en movimiento, siempre hacia adelante, hasta que descubrió que todo lo que había vivido lo estaba preparando para cosas más grandes. Y dejó en claro que para ser estratega debes tener un plan, debes ser flexible, pero también debes reconocer los factores de riesgo para poder anticiparte.

Antes de terminar la entrevista que le realice a Manuel Sotomayor, le pedí que regale un mensaje a quien lee estas líneas, y estas fueron las palabras del autor de “Estrategia de tiburón”: “Quiero transmitirles en mis páginas un sistema para que se conviertan en estrategas, como aquellos comandantes supremos de la antigüedad, para librar las batallas, primero la propia, luego la que se tiene con el mundo. ¡Qué nada los sorprenda, no permitan que nadie los detenga, siempre y cuando se trate de hacer cosas buenas por sí mismos y por su sociedad!”

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