La ruta de viaje de Colón, entre el mito y la historia
Aída López: La ruta de viaje de Colón, entre el mito y la historia.
…estando el almirante en el castillo de popa,
dos horas antes de la medianoche,
vio una luz en tierra…
Historia del almirante Cristóbal Colón
Los siglos pasan y la figura de Cristóbal Colón ha transitado del amor al odio. Quienes vivimos esta transformación nos preguntamos, ¿por qué en la primaria nos hicieron repetir lecciones de Historia, cantos alusivos al “Día de la Raza”, incluso, celebraciones con bailables para festejar el encuentro entre el Nuevo y Viejo Mundo, siendo que fue un episodio trágico como quedó registrado en las bitácoras de viaje y los diarios de navegación del almirante genovés? Me incluyo entre las festivas, ya que aún guardo recuerdos de mis actuaciones en la escuela Modelo -colegio hermano de la Consuelo Zavala Castillo donde estudié- cuando ataviada con mantón de Manila entonaba “La Española de Fantasía”, el zapateado de la triple en la zarzuela Las Musas Latinas, estrenada en España el 10 de abril de 1914. Han pasado algunas décadas desde aquellas fiestas escolares, donde teníamos la oportunidad de conocer y convivir con otros estudiantes en el marco del 12 de octubre.
Más allá del romanticismo histórico y reflexionando acerca de los ídolos de bronce que encontramos a nuestro paso en avenidas y parques, la realidad es que la vida de Colón dista de la que leímos en los libros de texto y las planillas con las que elaboramos los periódicos murales. A pesar de que fue uno de los grandes navegantes de la historia, vivió sin glorias y con varios padecimientos crónicos: reumatismo, artritis, gota y ceguera, que fueron mermando sus capacidades físicas y psíquicas. Enfrentó motines, traiciones, muertes, hambre, huracanes y hasta serpientes marinas. El libro Historia del almirante Cristóbal Colón, escrito por su hijo “ilegítimo”, Fernando Colón, da cuenta del auge y caída del expedicionario. Murió derrotado, enfermo y desprestigiado a los 55 años el 20 de mayo de 1506. El valor histórico radica en la información de los indios americanos -llamados así porque creyó que estaba en la India-, como sus formas de vida, costumbres, creencias, organización y rituales.
Utilizó la “Navegación Celestial” para saber su posición en el océano con respecto a la estrella polar y con ella predecir los eclipses de luna como el del 29 de febrero 1504, con el que amedrentó a los tainos cuando les negaron los alimentos después de que los tripulantes disidentes violaron a sus mujeres. La luna se teñiría de rojo por la ira de Dios y solo se aplacaría cuando les dieran de comer nuevamente.
El Descubrimiento de América cambió el mapa mundial, sin embargo, no significó honores ni riquezas. El prometedor “Proyecto de Indias” fracasó. Colón nunca obtuvo los derechos del Nuevo Mundo, murió ignorante de su descubrimiento, creyendo que estaba en las Indias Orientales (Asia) y orando a Dios. Américo Vespucio dio nombre al continente. En 1792, 300 años después, la historia reconoció sus aportes en el encuentro de las dos culturas.