Transitar el miedo
Arline Bojórquez: Transitar el miedo.
Hace un par de semanas asistí a una ceremonia digamos ancestral, en la que sentí el llamado de la experiencia, así que confié en mi intuición, en años anteriores había compartido en algunas celebraciones, así que supuse que sería algo similar. Al llegar al sitio las mujeres presentes hablaban de sus impresiones de rituales pasados, daban recomendaciones, únicamente escuchaba y presentí que era un tanto diferente a mis experiencias pasadas.
En silencio y conexión frente a un imponente fuego iniciamos el ritual, un instante para dejar las preocupaciones y los deseos más profundos en el fuego, nos rendimos ante los cuatro puntos cardinales y nos dirigimos a vivir la experiencia. Pidiendo permiso a la madre tierra, iniciamos el Temazcal que se trata de un baño de vapor.
Diversas mujeres concentradas formábamos un círculo y en medio de la oscuridad inició el vapor. Mi primera reacción a lo desconocido fue querer desistir y salir del Temazcal, acertadamente el guía comentó que eran reacciones de miedo, que yo intentara sentirme cómoda en la incomodidad y me lanzó la siguiente pregunta: “¿en qué otras áreas de tu vida reaccionas así?”. Me dirigió a ponerme en una postura en la que yo pudiera transitar mejor la experiencia, y así fue.
Este suceso me llevó a querer indagar sobre cómo opera el sistema nervioso ante esta emoción, encontrando que al cerebro le gusta lo conocido y la zona cómoda, ante lo novedoso siempre lanzará un sinfín de resistencias. El miedo es un mecanismo de defensa que intenta protegernos ante una amenaza (real o imaginaria), o ante algo desconocido, su manifestación está en modo de lucha o huida.
La neurocientífica Ana Ibáñez nos dice que: “cuanto más importante es para ti hacer algo nuevo, más miedo vas a sentir”, y nos recomienda identificar al miedo como una señal de que algo nos importa mucho, de que nos va a ayudar en nuestro desarrollo y nos va a llevar a un lugar que vale la pena explorar, más allá de que tengamos éxito o no.
Si logramos ver a esta emoción como indicador de que su presencia en el cuerpo representa que estamos ante un desafío importante en nuestras vidas que implica una resolución por nuestra parte, que a la vez nos impulsa a obtener recursos internos para transitar las sensaciones corporales y descubrir que podemos manejarla de manera más adecuada y constructiva.
Los pensamientos juegan un papel importante, ante el miedo perdemos perspectiva y reflexión bloqueando la capacidad de visualizar soluciones, por lo que intervenir con pensamientos positivos siempre será fundamental, así como no perder la confianza en una o uno mismo y recordar que las emociones son transitorias, siempre tienen algo que enseñarnos.
El miedo tiene la función de mostrarnos aquello que necesitamos transformar, por lo que sostenernos en la incomodidad de algo nuevo o desconocido nos llevará a tener nuevas experiencias, es necesario saber que únicamente se desvanece si lo atravesamos, y a medida que avanzamos nos daremos cuenta de que se trata de vivirlo.