Elecciones en Yucatán, un ejemplo de participación ciudadana

Candelario Robles: Elecciones en Yucatán, un ejemplo de participación ciudadana.

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La reciente jornada electoral en Yucatán ha dejado un precedente admirable en términos de participación ciudadana y comportamiento democrático. Con una participación del 72 por ciento, el Estado se posicionó muy por encima de la media nacional, que fue del 60.9 por ciento. Este compromiso cívico no sólo fortalece nuestras instituciones, sino que también envía un poderoso mensaje de unidad y respeto.

La alta participación ciudadana refleja una comunidad activa y consciente, que entiende que su voto es una herramienta fundamental para la construcción de un Gobierno representativo. Es alentador ver a los yucatecos acudir puntuales a la cita con la democracia, ejerciendo su derecho al voto para elegir Presidenta de la República, alcaldes, diputados locales y federales, senadores y Gobernador. Sin embargo, detrás de esta participación entusiasta existen aristas, tanto positivas como negativas que merecen atención.

Por un lado, los observadores electorales del proceso aseguraron que la jornada se vivió de manera transparente y civilizada, consolidando así la confianza en el sistema electoral yucateco. Esta transparencia es crucial para mantener la legitimidad de los resultados y fomentar una cultura de respeto y participación activa. La supervisión imparcial de las elecciones garantiza que los resultados reflejen verdaderamente la voluntad del pueblo, fortaleciendo así la democracia en la región.

Sin embargo, no todo es color de rosa. A pesar del alto nivel de participación, la alternancia política en Yucatán parece más un juego de sillas musicales entre diferentes partidos que un cambio sustancial en la representación política. En los últimos 18 años, Yucatán ha presenciado la transición del PRI al PAN y, más recientemente, a Morena en la Gubernatura. Aunque esto puede interpretarse como un ejercicio democrático, algunos críticos señalan que, en realidad, los proyectos políticos son los mismos, con los mismos actores detrás de las siglas partidistas.

Es evidente que los ciudadanos yucatecos han empujado la transición política, expresando su deseo de cambio a través de las urnas. Sin embargo, la continuidad de los mismos políticos en el poder plantea interrogantes sobre la verdadera diversidad de opciones y la representatividad de los líderes electos. ¿Es realmente una elección entre proyectos políticos distintos, o simplemente una rotación de poder entre élites políticas establecidas?

Es importante que la participación ciudadana no se limite al acto de votar cada cierto número de años, sino que también se traduzca en una vigilancia activa y un compromiso continuo con la rendición de cuentas y la transparencia en el Gobierno. Los yucatecos han demostrado su capacidad para movilizarse y hacer escuchar su voz, pero ahora es crucial canalizar esa energía hacia la construcción de una verdadera democracia participativa, donde los ciudadanos sean más que meros espectadores en el juego político.

Las elecciones en Yucatán han sido un ejemplo ciudadano democrático, reflejando una comunidad activa y consciente de su papel en la construcción de un Gobierno representativo. Sin embargo, la persistente presencia de las mismas élites políticas plantea interrogantes sobre la verdadera diversidad de opciones y la representatividad de los líderes electos.

NOTA BENE: el próximo domingo se entregarán las constancias de mayoría a los candidatos ganadores de la jornada electoral del pasado 2 de junio.

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