Mayakan y el desarrollo energético de la Península

Candelario Robles: Mayakan y el desarrollo energético de la Península.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

El arranque de la construcción del gasoducto Mayakan no es sólo una inversión significativa de 2 mil millones de dólares, sino también una pieza clave en la estrategia para aumentar el suministro de gas natural en la Península de Yucatán. Este proyecto no sólo abastecerá de gas a dos nuevas centrales de generación de energía eléctrica, Mérida IV y Valladolid I, que serán operadas por la Comisión Federal de Electricidad (CFE), sino que también marcará una nueva era en la infraestructura energética de la región.

El inicio de los trabajos de ampliación en la ciudad de Campeche, marca el comienzo de una etapa crucial para el transporte de gas natural de manera confiable, continua y eficiente. Esta ampliación, que abarca 700 kilómetros, permitirá que la capacidad de transporte de gas natural aumente de 250 millones a 567 millones de pies cúbicos diarios.

Esta mejora no sólo garantizará un suministro más robusto para la región, sino que también contribuirá a alcanzar una tarifa de energía eléctrica más competitiva. Esta reducción en las tarifas beneficiará a millones de usuarios en Campeche, Chiapas, Tabasco y Yucatán, aliviando la carga de los recibos de luz y potenciando el desarrollo económico.

La ampliación del gasoducto Mayakan facilitará además la interconexión con el proyecto Puerta del Sureste, que transporta gas natural vía marina desde Brownsville, Texas, hasta Coatzacoalcos, Veracruz, y Paraíso, Tabasco. Esta interconexión en Cactus, Chiapas, fortalecerá la red de suministro, asegurando que las nuevas centrales eléctricas de ciclo combinado en la Península, Mérida IV y Valladolid, alcancen su capacidad instalada de 499 megawatts y 1,020 megawatts, respectivamente.

Un aspecto destacable de este proyecto es su impacto ambiental positivo. Al conectar todas las centrales interconectadas a los gasoductos de Mayakan, se evitará la emisión de 7.4 millones de toneladas de CO2 en Yucatán, un avance significativo en la lucha contra el cambio climático y en la promoción de prácticas energéticas sostenibles. Esta reducción en las emisiones de carbono subraya el compromiso del proyecto con un futuro más limpio y ecológico, mostrando que el desarrollo económico y la protección ambiental pueden ir de la mano.

El impacto económico del gasoducto Mayakan no debe subestimarse. La disponibilidad de gas natural de manera continua y a precios competitivos es crucial para atraer inversiones y fomentar el crecimiento industrial en la región.

Las empresas locales, así como las internacionales, encontrarán en Yucatán un entorno más favorable para sus operaciones, lo que puede traducirse en más empleos y un aumento en la calidad de vida de los residentes.

La construcción y ampliación del gasoducto Mayakan representa un avance fundamental en la infraestructura energética de la Península de Yucatán. Este proyecto no sólo mejorará el suministro de gas natural y reducirá los costos de energía para los residentes, sino que también contribuirá significativamente a la protección del medio ambiente. La Península de Yucatán se encuentra así en el umbral de una nueva era de desarrollo energético, con beneficios tangibles para sus habitantes y para el medio ambiente.

NOTA BENE: se supone que, con estas obras de infraestructura para la transportación de gas natural, se acabarán con los apagones en Yucatán y empezará a descender el costo de las tarifas de energía eléctrica.

Lo más leído

skeleton





skeleton