Los Monasterios de Roca en Bulgaria (I)
Carlos Evia Cervantes: Los Monasterios de Roca en Bulgaria (I).
Desde el principio del cristianismo aparecieron personas que, en su búsqueda espiritual, se apartaban del mundo y se convirtieron en ermitaños. Fueron a vivir en los bosques donde ocupaban chozas y cuevas aisladas. Algunos se agrupaban alrededor del algún monje famoso y formaban comunidades bajo una regla común. Otros siguieron viviendo solitarios en los desiertos, en los troncos de los árboles y en las grutas de su región, dice Roger Bartra.
Antoniy Handjiyski publicó que, en las montañas de siete distritos de Bulgaria, se ha encontrado numerosas cuevas denominadas Los Monasterios de Roca. Estas cavidades fueron modificadas desde el siglo V de nuestra era, para dar cabida a hombres de una religión hasta hoy no muy bien identificada, pero se cree que eran grupos de cristianos primitivos. En las paredes de estas cavernas hay pinturas y grabados rupestres que denotan su ocupación en distintas épocas. Muchas de estas manifestaciones pictóricas son de gran valor artístico e histórico.
El tiempo del inicio de la ocupación de estos recintos no ha sido precisado. En una de las cuevas más grandes que está encima de la Villa de Madara, en el oriente del país, hay evidencias de la presencia humana ininterrumpida por más de cinco milenios, es decir, antes del cristianismo. Las investigaciones señalan que los elementos más antiguos del arte cristiano fueron fechados poco antes del siglo X y su aparición se cree que está directamente vinculada a la consolidación de la cultura bizantina, cuyo auge fue en los siglos XIII y XIV.
Estas cavidades búlgaras contienen templos religiosos, tumbas y monumentos de arquitectura medieval. Existe un monasterio llamado La Menta, que es un largo complejo de cámaras ahora parcialmente destruidas, pero tiene un conducto artificial que conecta a la iglesia con una caverna natural. En muchas de las inscripciones encontradas se hace referencia a eventos importantes en la vida de la población local. Es necesario constatar que los habitantes de estas grutas preservaron su espíritu de lucha y resistencia ante la invasión tártara que, a través de dichas inscripciones, se estima que tuvo lugar hacia el año 1515.
Además hay dibujos de animales, figuras humanas y símbolos. Los dibujos de animales reflejan la estrecha relación con la naturaleza; se observan perros y pájaros, pero los ciervos y los caballos son los más abundantes. Las figuras humanas están altamente simplificadas o estilizadas; algunas parecen estar rezando o haciendo plegarias.
En cuanto a las pinturas simbólicas de estos monasterios se han encontrado invaluables ejemplos que muestran una alta calidad y sentimiento artístico de sus creadores. Los temas de estas pinturas son propiamente cristianos, que van desde la Anunciación hasta representaciones de San Juan Bautista. La belleza e importancia histórica de todas estas manifestaciones han hecho que la Unesco los designe patrimonio cultural de la humanidad. (Continuará)