El arte religioso floreció intensamente en torno a la región que ocupa la comunidad de Aurangabad, en la provincia de Mumbai, India. Además de Ajanta, que se encuentran en la citada región, las manifestaciones artísticas subterráneas también se confirman en las maravillosas grutas Ellora y, específicamente, con el magnífico templo de Kailasanatha, designado patrimonio de la humanidad por la Unesco. Así lo afirma Cristina Gómez de las Cortinas.

El citado templo fue construido en el siglo VIII por el rey Krishna I. Los escultores tallaron 85000 metros cúbicos de roca empezando por lo alto del acantilado y desde allí horadaron la montaña hacia abajo. La maravilla resultante fue un complejo edificio que mide 84 por 47 metros, embellecido con paneles escultóricos y simbolizaba el monte Kailasa, morada sagrada de Siva.

El templo abarca 34 cuevas que fueron labradas en un risco de dos kilómetros de largo, constituyen uno de los más espléndidos exponentes de arquitectura religiosa de la India. La creciente importancia de Ellora coincidió con la decadencia del budismo y el renacer del hinduismo bajo las dinastías Chalukya y Rashtrakuta entre los siglos VII-IX. Su emplazamiento en una importante ruta comercial, que iba desde el centro de la India hasta la costa oeste, le proporcionó suficientes ingresos que permitieron costear durante 500 años la construcción del complejo, justo cuando empezaron a declinar las cuevas de Ajanta.

En Ellora, las cuevas son de tres tipos diferentes: budistas, hinduistas y jainistas. Las cuevas budistas datan del periodo Chalukya, entre los siglos VII y VIII. Las primeras son monasterios y contienen figuras de Buda junto a diversos personajes prominentes y escenas mitológicas de esta gran religión. Destaca la Cueva del Carpintero la cual está presidida por una figura del Buda maestro que se eleva bajo el techo abovedado. La escultura es tan delicada que parece haber sido tallada en madera. La estancia superior de la cueva 12 alberga enormes figuras de importantes personajes de la religión mencionada, esculpidas en las paredes, mientras que la entrada a la cámara está flanqueada por hileras de siete budas.

Las cuevas hinduistas, cuyo dios principal es Brahma, se excavaron entre los siglos VII y IX. Representan la cúspide del desarrollo arquitectónico de Ellora. Destaca por su belleza la cueva 14, la Ravana Ki Khai, contiene impresionantes esculturas de divinidades hinduistas, entre ellas Durga matando al demonio búfalo y Visnú en su manifestación de Varaha, con cabeza de jabalí.

Las cuevas jainistas, una importante e influyente congregación religiosa sin dios, datan del último periodo de Ellora, del siglo IX, y son más sencillas que las hinduistas. La cavidad 32, Indra Sabha, es la más refinada del grupo. Este santuario monolítico presenta relieves de elefantes, leones y altares.

Las grutas de Ellora demuestran el gran esplendor religioso y artístico que alcanzaron las distintas religiones orientales.