La capital mundial del ópalo
Carlos Evia Cervantes: La capital mundial del ópalo.
En 1912 un explorador llamado Willie Hutchinson halló en el sur de Australia, unos fragmentos de ópalo. Después de identificarlos plenamente, comenzó a buscar las vetas. La actividad se generalizó y hoy día, de este lugar, sale más de la mitad de los ópalos preciosos que se producen en el mundo. Así lo publicó Ángel Carrodeguas.
Después de Hutchinson llegaron otros rastreadores procedentes de las ciudades sureñas australianas y emprendieron sus excavaciones en aquel desolado páramo. Hacia 1915, ya había en Coober Pedy una pequeña comunidad de mineros improvisados que buscaban fortuna. Como allí las temperaturas de enero y febrero ascienden hasta los 52°C a alguno de ellos se le ocurrió la idea de quedarse a vivir en los túneles resultantes de la minería, pues estaban siempre frescos y aislados del sofocante aire exterior. Esta inteligente iniciativa fue imitada por los demás mineros, y el poblado de casuchas improvisadas con láminas de zinc se convirtió en un conjunto de refugios subterráneos. En 2016 la población se estimó en 4,000 personas y más de la mitad viven aún en las cavidades del subsuelo.
Los habitantes subterráneos gozan de muchas comodidades. Sus habitaciones son amplias y frescas, con el único inconveniente de la falta de ventanas. Las casas están amuebladas y bien decoradas. Tienen aire acondicionado, piscinas y seguramente mucho silencio. De acuerdo con el autor los espacios habitacionales de Coober Pedy resultan gratuitos, pues con el ópalo que extraen se paga el costo de la vivienda. El 15% de los habitantes de este sitio son de Australia, los demás mineros proceden de 43 países distintos y todos buscan con afán el ópalo.
Esta rama de la minería tiene un futuro muy prometedor en esta región porque en la actualidad, una buena cantidad de la fuerza laboral del estado Australia Meridional se concentra esta provincia. La producción del ópalo, en su conjunto, genera aproximadamente cuarenta millones de dólares al año (1979). Debido a la fama que este centro minero ha adquirido, ahora llega mucha gente a visitar las tiendas subterráneas, bares, museos e iglesias.
El ópalo puede ser transparente, blanco, azul, gris, rosado o verde, según las impurezas que contenga. Es conocido y apreciado desde tiempos muy remotos. También se encuentra en Filipinas, Egipto, Cerdeña, Brasil y en los Estados Unidos, pero sus calidades son inferiores en belleza y valor económico al producido en Australia.
Los habitantes de Coober Pedy han logrado una gran victoria sobre un medio ambiente inhóspito, al mismo tiempo que extraen su riqueza del subsuelo. A lo largo de su historia fundaron una insólita ciudad subterránea que deja asombrado al resto del mundo. Sus minas y refugios subterráneos son las pruebas de la capacidad y el ingenio humano que generaron una leyenda comunitaria: la epopeya de Coober Pedy, la capital mundial del ópalo.