Kitum, donde la vida y la muerte se encuentran

Carlos Evia Cervantes: Kitum, donde la vida y la muerte se encuentran.

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En el Parque Nacional del Monte Elgon, ubicado entre Kenia y Uganda, se encuentra la gruta Kitum que contiene dos elementos que fomentan la vida y la muerte simultáneamente. Así lo publicó Francisco Villaseñor.

Específicamente, Kitum se sitúa en Kenia y tiene apenas 200 metros de largo. Algo muy notorio es que, a lo largo de sus paredes, se advierten unas marcas semejantes a raspones. Diversos investigadores fueron a estudiar esta gruta y observaron que cada noche entraban manadas de animales, tales como elefantes, búfalos y rinocerontes, además de ser la morada de una gran cantidad de murciélagos. Los cuadrúpedos penetran en busca de la sal, la cual encuentra en las paredes de la caverna. Pero son los elefantes los que, con sus colmillos, raspan el interior de la cueva y los demás animales lamen los muros o roen los pedazos sueltos. Los investigadores dicen que esto ha sucedido por miles de años y que este proceso ha agrandado la cueva. Otra fuente señala que muchos elefantes han muerto en ese lugar y, en cierta manera, se ha convertido en un cementerio subterráneo de elefantes.

Además de la sal, los animales entran en busca del agua, que se acumula en el suelo de la cueva. También van otras especies, incluso mamíferos que ocasionalmente hacen sus madrigueras en esta cavidad. El suelo de la gruta es como un lodazal formado por el agua que entra naturalmente, las heces de los murciélagos y los restos de frutos que ellos transportan.

La historia de esta cueva se volvió siniestra en las últimas décadas porque ahí se puede contraer una terrible enfermedad. Se notó que cuando los lugareños entraban a la cavidad, al volver a sus aldeas, comenzaban a sentirse muy enfermos, casi no podían mantenerse en pie. A finales de los años 80, varias personas, incluso extranjeras, que penetraron en la cueva manifestaron fiebres y cefaleas, seguidas de vómito y malestar en general. Al final, tras ocho o nueve días del padecimiento, sus cuerpos sufrieron múltiples hemorragias y fallecieron. Un instituto de investigaciones médicas del ejército de los Estados Unidos determinó que la causa de los fatales desenlaces se debía al virus de Marburgo, de naturaleza similar al Ébola y que se encontraba en el interior de la caverna.

Los médicos creen el virus de Marburgo pudo haberse concebido aquí hace millones de años y son los murciélagos de la fruta, de la especie Rousettus aegyptiacus, sus huéspedes naturales. En el ser humano se contagia al entrar en contacto con el guano de esta especie o con los fluidos de un enfermo, concluye Villaseñor.

La cueva tiene en su interior agua y sal, elementos que los animales necesitan para vivir y simultáneamente se ha generado un virus mortal para los seres humanos.

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