En 1973, Nissim Kahlon vivía en una tienda de campaña instalada en la playa de Herzliya, al norte de Tel Aviv. En ese mismo año comenzó a cavar en los acantilados de arenisca cercanos hasta lograr una cavidad similar a una cueva. Posteriormente, se mudó a aquel lugar y siguió ampliando las paredes de su guarida hasta convertirla en una auténtica mansión que contenía todo tipo de materiales reciclados como madera, metal, cerámica y piedra. Así fue publicado por la agencia Associated Press, a través de un rotativo local.

Con mucho ingenio, Kahlon recubrió parte de las paredes y los pisos de las habitaciones principales con baldosas que recolectó de los basureros en Tel Aviv. Los pasillos de esta residencia son curvos, las escaleras dan vuelta y se ramifican a través de la roca hacia las recámaras de diferente diseño y propósito. El sitio cuenta con instalación eléctrica, de agua y línea telefónica en sus habitaciones. Kahlon insiste en que su construcción es sólida. Durante medio siglo, este hombre transformó una diminuta cueva en un intrincado laberinto subterráneo formado por túneles cincelados, recámaras con pisos de mosaico y una red de escaleras.

Con 77 años de edad, Kahlon vive en su creación artística y es tan famosa que mucha gente acude para conocer la singular vivienda, y él los recibe con los brazos abiertos. Sin embargo, el Gobierno de Israel lo quiere expulsar de su hogar. Cincuenta años después de que se mudara a la cueva, el Ministerio de Protección Ambiental de ese país le entregó una orden de desalojo, diciendo que la vivienda es ilegal y que amenaza a la costa de Israel.

Kahlon dijo que recibió un aviso de demolición en 1974, pero que hasta ahora no se ha ejecutado. Sin embargo, en 2022, las autoridades retomaron el caso, así que el desalojo está en suspenso por unas semanas para darle tiempo a apelar. Reconoce que nunca recibió un permiso de construcción y que el Ayuntamiento cerró un restaurante frente al mar que él abrió hace años. Pero su principal argumento de defensa es que las propias autoridades locales le permitieron desde hace décadas conectar su cueva a la red eléctrica de la ciudad.

El Ministerio de Protección Ambiental responsabiliza al municipio de Herzliya y a otras autoridades locales de no atender el problema a lo largo de todos estos años, pese a que sí han intentado resolverlo desde 2016. Finalmente, el Ministerio asegura que emitió la orden de desalojo “para eliminar el daño al medio ambiente costero” y que el municipio de Herzliya ya tiene otra vivienda para viva Kahlon.

Mientras tanto, amigos y familiares lanzaron una campaña para recaudar dinero que permita financiar para la defensa legal de Kahlon mientras él continúa habitando en la gran obra de su vida.