Selección o exclusión

Cesia S. Rodríguez Medina: Selección o exclusión.

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Concluyó el examen de admisión para el ingreso a las escuelas públicas de nivel superior del Estado, un aproximado de 20 mil jóvenes se postularon en las distintas licenciaturas, carreras técnicas e ingenierías. En lo que corresponde a la oferta educativa Yucatán actualmente cuenta con 19 instituciones públicas (Siies, 2022) dando un total de 78 incluidas las de tipo privado o particulares (SIC, 2022), cabe mencionar que no se integran en estos datos las universidades para el Bienestar “Benito Juárez García”, de las cuales desde 2019 se cuenta con 6 distribuidas en los municipios de Valladolid, Izamal, Tekax, Ticul, Tinum y Yaxcabá.

Esta información nos permite tener un panorama para medir la tasa de absorción y cobertura del sistema educativo y nos muestra la suficiencia del servicio para sostener la demanda de estudiantes que egresan del bachillerato con interés de continuar su formación profesional, en nuestro caso, vemos que las distintas opciones se concentran en la capital, dejando en desventaja a quienes habitan en el interior del Estado; otro dato es que en los últimos años ha habido un incremento considerable en el número de alumnos matriculados en nivel superior a nivel nacional e internacional, por lo tanto, se hace necesario plantear nuevas estrategias que permitan mejorar el acceso dando mayores posibilidades a los sustentantes de cursar una profesión y concluirla.

En el 2019 se aprobó la reforma al artículo tercero constitucional en su fracción X, indicando que: “La obligatoriedad de la educación superior corresponde al Estado. Las autoridades federales y locales establecerán políticas para fomentar la inclusión, permanencia y continuidad, en términos que la ley señale. Asimismo, proporcionarán medios de acceso a este tipo educativo para las personas que cumplan con los requisitos dispuestos por las instituciones públicas”. De esta forma, se pretende que progresivamente se garantice la absorción de este grupo etario al nivel superior, es decir, que se cumpla su derecho a la educación, permitiendo que todas y todos tengan la oportunidad sin desventajas por sus condiciones sociales, económicas o geográficas.

Los jóvenes no solo se enfrentan a la escasez de oferta educativa pública, sino que además tendrán que ser evaluados con un examen para medir sus conocimientos y habilidades de acuerdo al Ceneval (2022) que corresponden a las habilidades básicas que todos los estudiantes desarrollan a lo largo de su formación y que son indispensables para su desarrollo profesional y social: comprensión lectora, redacción indirecta y pensamiento matemático. Conocimientos específicos relacionados con la carrera a la que se desea ingresar y dominio de los aspirantes en dos habilidades del idioma inglés como lengua extranjera, en un nivel B1, de acuerdo con el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas, de igual forma se agrega una nueva área que corresponde a las habilidades socioemocionales.

En este contexto, de la ley a la acción, al menos a nivel estatal, ha sido deficiente en lo que corresponde a la gratuidad y obligatoriedad de la educación superior, si la meta es el acceso universal, no han sido efectivas las resoluciones, sin embargo, lo que se precisa es propiciar el acceso a través de métodos más accesibles, con exámenes equitativos y posibilitando estrategias para no generar desequilibrio entre lo público y lo privado, no priorizando la privatización de la educación superior

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