Fin de la pandemia, algunas notas (II)

Cristóbal León Campos: Fin de la pandemia, algunas notas (II).

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Los efectos de la pandemia de la Covid-19 en la sociedad global, pueden también mirarse desde otros ámbitos de la vida humana: 4. El derecho a la salud, tan vulnerado por las políticas neoliberales, se vio aún más afectado tras la declaración de pandemia en el mundo, los servicios de salud quedaron desbancados y rebasados por la urgencia sanitaria que llevó a la saturación de hospitales y clínicas, incluso, de los países desarrollados o que en teoría –pero no en la práctica- debían tener mayor experiencia afrontando situaciones extremas. Recordemos que España e Italia vieron crecer de forma rápida sus crisis internas y llegaron a niveles no pensados, pero, en el seno mismo del capitalismo, en los Estados Unidos, la situación no fue diferente, ya que ese país alcanzó el poco honroso lugar más alto entre las naciones con mayor cantidad de fallecimientos y colapsos sistémicos, aunque por supuesto, en los países en vías de desarrollo o dependientes, la salud general de la población se quebrantó. Pero hoy, habiéndose decretado el fin de la pandemia, sigue pendiente una reestructuración real de los sistemas de salud, donde el derecho a la vida y a los servicios esté garantizado para la población, y México no es la excepción, pues la crisis sanitaria sigue con el deterioro del Seguro Social.

5. Los procesos de elaboración de las vacunas y su aplicación también fue punta de lanza de la evidencia del debacle de los sistemas de salud, ¿por qué?, pues debido a que por un lado, las farmacéuticas, grandes consorcios trasnacionales, fueron quienes sacaron la mejor partida, logrando jugosos contratos de miles de millones de dólares, además de que la monopolización fue evidente respecto a qué biológico se aplicaba o no. Por otro lado, la vacunación marcó en el mapa global la línea innegable de la desigualdad, ya que las potencias acapararon con sus recursos las vacunas, siendo que en países de Asia, África y América Latina, el proceso de inoculación fue mucho más tardado en su inicio y desarrollo, e incluso, en una revisión rigurosa, puede notarse que los porcentajes de vacunación hasta la fecha reflejan una desigualdad mayúscula, habiendo población vacunadas en su mayoría, y de igual forma, poblaciones que apenas rebasan la mitad de sus ciudadanos con tan sólo una aplicación. Lo anterior, sin hablar, que el dinero utilizado por occidente (Estados Unidos y sus aliados) y por Rusia en la actual guerra que sostienen, podría haberse dirigido a resarcir un poco la mencionada desigualdad y ayudar también a mejorar los sistemas de salud, pero el reacomodo geopolítico imperialista no tiene a la salud mundial como un tema de urgencia en su agenda.

6. Las condiciones extremas de confinamiento a raíz de la Covid-19 y adoptadas como medidas generales por los países del mundo, contribuyeron al incremento en los casos de padecimientos mentales, sin que deba caerse en el juego de que fue la pandemia lo que disparó la crisis de salud mental que se vive, pues ya desde antes del SARS-CoV-2 se registraban altos índices de ansiedad, estrés y depresión. No olvidemos que las condiciones de vida general, laceradas por la explotación, la precariedad, la pobreza, la violencia sistémica, entre otros factores, son elementos que se agudizaron en las últimas décadas del capitalismo mundial, y después de la pandemia, el suicidio registra aún más casos por día, quedando Yucatán de forma particular para México como una de las entidades con mayor índice. (Continuará).

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