Fin de la pandemia, algunas notas (V)

Cristóbal León Campos: Fin de la pandemia, algunas notas (V).

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Los días de la llamada “nueva normalidad” corren recordándonos que el fin de la pandemia no debe ser otra cosa que aprender de sus enseñanzas:

13. A las pocas semanas de decretada la emergencia de salud a nivel internacional comenzaron a circular por las redes sociales imágenes y videos donde se podría apreciar que la fauna y la flora de diversos lugares recorría sitios expropiados por el ser humano a la Madre naturaleza, algo así como una sátira del “destino”, pero en el fondo esa fue otra clara enseñanza de la pandemia, y algo que se viene advirtiendo desde hace mucho, pues la destrucción de la riqueza natural, la apropiación desmedida del ser humano de territorios y recursos naturales, así como su sobreexplotación –hoy con un extractivismo bárbaro-, viene a ser la punta de lanza de la autodestrucción humana, ya que el ecosistema global y su afectación van ligados a la sobrevivencia. El nombrado “cambio climático”, no es más que una parte medular de la crisis de humanidad que afrontamos con la agudización de la contradicción del sistema capitalista y lo observado sólo es una seña del daño generado por el desequilibrio cuya raíz es la acumulación y el insano deseo de “modernidad y progreso” sin respeto a la vida, algo que observamos en México desde hace mucho, y ahora nuevamente con el tren maya y otros megaproyectos antiecosistemas.

14. Una evidencia de la pandemia de Covid-19 ya señalada, pero negada por los teóricos sistémicos del capital, es la muestra de la necesidad de una economía planificada que no juegue con la vida humana a través del simulacro de “autoregulación del mercado”, pues así como al paralizarse el trabajo muchos sectores capitalistas entraron en franca decadencia agilizando la crisis, también la falta de una socialización de la riqueza producida por los trabajadores y trabajadoras, llevó a la pauperización y pobreza a millones de seres humanos, algo sí reconocido en cifras por organismos e instituciones sistémicas, pero no explicado a cabalidad. No olvidemos que mientras el acaparamiento de la producción sea realizado por los monopolios, la redistribución de la riqueza será un eufemismo de propaganda, mas no una realidad. Y esto nos lleva a otra evidencia, ya que en países como Cuba, cuyo modelo socialista sigue en construcción –aun con sus propias contradicciones-, no se observó esa situación, siendo hasta que lo prolongado de la pandemia llevó al desabasto, pero no respondiendo a la misma lógica que en los países capitalistas, por lo tanto, el SARSCoV-2 irónicamente se sumó a la dicotomía entre socialismo-capitalismo, algo necesario de profundizar.

15. La pandemia finaliza por decreto y realidad, aunque la Covid-19 sigue afectando y causando muertes, sus efectos son evidentes todavía y sus estragos estarán presentes por un tiempo, antes de que sean borrados por la desmemoria “informativa” y la enajenación cotidiana de la sobrevivencia. Así, sus huellas en la arena de la historia irán siendo remplazadas por discursos y decretos, pero sus enseñanzas estarán esperando la madurez analítica de las voces que velan por la humanidad. Hoy, entre una “nueva normalidad” con rostro y comportamiento ya conocido, la crisis se agiganta en una situación de extrema a nivel global, donde la vida humana se enfrenta a sí misma. Las pandemias futuras ya están rondando los senderos del presente para asaltar de golpe y recordarnos que pareciera no hemos aprendido nada, o muy poco. Toca ahora seguir bregando por un mundo mejor...

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