“Educación sentimental”, una charla con Paco Taibo II (y III)

Cristóbal León Campos: “Educación sentimental”, una charla con Paco Taibo II (y III)

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Paco, usted lo advierte desde la nota introductoria: “Los alegres muchachos de la lucha de clases”, es y no es una historia de su generación, es y no es una autobiografía o una novela, y sin embargo, es un poco de todo, al fin y al cabo lo que sí creo, es que es un poco la ruta para que las nuevas generaciones se acerquen a cómo se formó la generación de ustedes, la generación del 68, la que vivió ese cambio que no ha terminado de cuajar y creo que es una de las coyunturas históricas fundamentales en su escritura para su generación; el movimiento del 68.
Mira, un libro es una serie de intentos casi siempre fracasados, una serie de aciertos muchos de ellos involuntarios, y la verdadera medida me la empiezan a dar los lectores apenas ahora. Es un libro que crea eco lentamente.

Es un libro que creo tendrá muchas interpretaciones, no sólo por lo que sí es y lo que no es… pero pensando en un sector de los lectores, los lectores de su generación, ¿qué han dicho?
Nada todavía, o muy poco. Hace años terminé una conferencia y se me acercó un adolescente y me dijo ven, y jaló a un segundo adolescente, y le dijo: “pregúntale”, y el segundo dijo: “¿se puede ser ateo y no hay pedo?”, le dije, “se puede y sí hay pedo”.

Y mucho, mucho, dependiendo de dónde esté uno… Paco ríe… y prosigue.
Todavía no tengo la respuesta de este libro, es curioso, hay libros que te dan una respuesta inmediata, cuando publiqué “Yaquis”, al mes y medio de haberlo publicado un alud: “ya era hora, el genocidio ignorado, tapado, encubierto, el porfirismo santificado…”, en un mes y medio tenía eco, cuando publiqué “Patria”, en un par de meses tenía los primeros ecos: “la historia generacional de los liberales rojos… ya la hiciste…”, y las ventas se desparramaron, este libro lo único que ha producido es un nivel de ventas continuo, con situaciones muy extrañas, pues Planeta lo saca cuando saca a Foster, Premio Nobel, por lo tanto, éste está en segundo lugar de ventas de Planeta. Ergo, Foster deja de estar de moda una semana después y éste se pone en primer lugar de ventas de Planeta, pasan 7 días y sacan el libro de Andrés Manuel, a la chingada el mío, me mandan de nuevo al segundo lugar de ventas, pasan tres semanas y sale a la luz el de Gabriel García Márquez, ¡ya déjenme estar en primer lugar de ventas un mes completo!

¿Por qué será que va lenta la reacción, será que no queremos enfrentar ese pasado?
No, yo creo que la gente está leyendo menos rápido que antes, no está leyendo menos, está leyendo menos rápido.

¿A qué lo atribuye?
A que tienen un montón de material en las manos, hemos logrado muchas cosas; las ferias de libro ambulantes, lo tendidos, el teléfono rojo que nosotros hacemos con frecuencia, ha adoptado la gente los libros en su casa y van leyendo, y ya el fenómeno más universal, aquel donde se anunciaba que ya salió “Rayuela” de Cortázar, y ya la leyeron todos los que lo leen que éramos como 5 mil, tampoco éramos tantos, ya los 5 mil que van a leerla, ya la leyeron. En los primeros tres meses ya lo habíamos leído. Estos fenómenos ya no se producen, tienen un cocimiento muchos más lento y esa es la virtud de lo que estamos siendo en el Fondo, nosotros no descatalogamos nada.

Y estadísticamente la venta no necesariamente habla de la lectura rápida, hoy, por ejemplo, hay venta nocturna, vamos a comprar 5 ó 6 libros, ¿cuándo lo vamos a leer?, ¿cuál leer primero?
Fíjate que chistoso, pareciera que la batalla ya no es para que te lean, sino para que pongan arriba de la pila de libros.

Es un hecho real, acumulamos libros, creo que, con menor pena, sabiendo que en algún momento los vamos a leer…
En un par de meses tendré una retroalimentación de este libro, es inevitable, conforme empiece a salir a la calle, entonces cuando el libro esté aquí y allá, ya empiezas a encontrar lectores con observaciones puntuales y además yo creo que me salió la movida, porque hay lectores de 15 años y de 90. El de 90 años por lo general dice: en la página 173 yo era el que estaba atrás de ti llorando, y pues que chingón, porque ¿qué dices cuando alguien te dice eso?, significa que lograste un retrato de tu tiempo.

Paco se detiene, mira el reloj, ya es hora de la presentación de su obra, pero siempre hay tiempo para un cigarro más. Se pone de pie y me dice: “vamos a fumar”...

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