Experiencia y juventud
Daniel Uicab Alonzo: Experiencia y juventud.
El concepto “curva de aprendizaje”, aplicado originalmente en la fabricación de aviones en 1936, por TP Wright, plantea que las horas-hombre necesarias para completar una unidad de producción decrece en un porcentaje constante con la repetición. Esta “curva” es utilizada en muchos campos, como la industria, incluso en la política.
Los teóricos señalan que en tres meses la pendiente debe estabilizarse e ir en ascenso; es decir, que la persona ya debe integrarse a la cadena de producción y generar una utilidad medible. Sin dejar de lado que las “curvas de aprendizaje” dependen del procedimiento realizado en un período específico. Un ejemplo es el reclutamiento en las fuerzas armadas, donde tres meses bastan para integrarse a las rutinas, entrenamiento, disciplina. Esta capacitación la imparten los oficiales más experimentados y bien evaluados por los mandos.
En varias ocasiones hemos mencionado el Plan General de los Buques de la Armada, donde cada marino (desde el comandante hasta el grumete) tiene asignados: división del barco, número de camarote o litera, puesto y misión en cada zafarrancho de combate, colisión, contraincendio, abandono de buque, maniobras de arribo y zarpe, etc. Cada uno sabe qué hacer y cómo hacerlo. En suma, es un ejemplo de organización, que se optimiza con base en las experiencias.
En el ámbito político, la curva de aprendizaje, por la falta de experiencia de algunos funcionarios, se refleja en yerros, lo que dificulta implementar los cambios que se propone un Gobierno, partido o grupo, y no son inmunes quienes tienen un gran bagaje en su especialidad y se integran a las tareas del quehacer público, pues se enfrentan con algo desconocido en sus campos de acción. Y es que la política tiene sus códigos y normas no escritos que se infiere deben aceptarlos quienes llegan a esta playa.
No hace falta mencionar que la inexperiencia política ha hundido proyectos y programas, junto con funcionarios; del Gobierno “saliente” podemos citar como ejemplos a los secretarios de Hacienda, Carlos Urzúa (+); de Comunicaciones, Javier Jiménez Espriú; de Gobernación, Olga Sánchez Cordero; de Energía, Rocío Nahle, y de Pemex, Octavio Romero. Unos no se adaptaron y otros no tuvieron la capacidad requerida para el cargo.
Ahora, con la reforma al Poder Judicial de la Federación, cuyo punto central es la elección de jueces y magistrados por el voto popular, se quiere incluir una “adenda” (para estar a todo con la terminología jurídica) y pasar por alto la experiencia y la preparación de los hombres de la toga. Es decir, que se permita participar en la “elección” a quienes apenas egresan de la carrera de leyes; que los nuevos profesionistas del Derecho lleguen a impartir justicia en juzgados, tribunales y en la Suprema Corte de la Nación porque “están llenos de frescura y quieren hacer valer la ley”.
Caray, creo que no hay actividad humana en la que no se pondere la experiencia, el tiempo de servicios, el fogueo, las singladuras (dicen los marinos), el “colmillo”, pues. Y es que no se llega a Almirante sin haber sido oficial y capitán, con muchos, muchos años de experiencia; tampoco se es Capitán de Puerto o Práctico sin haber recorrido los mares, sortear tempestades, cruzar estrechos, canales, fondear o atracar con tempestades, para que te confíen la entrada o salida de un buque en algún puerto.
Anexo "1"
Hoja de Actuación
En la Armada (al igual que en el Ejército), cada año es evaluado el desempeño del personal: Clases y Marinería, con el Memorial de Servicios, y los oficiales, con la Hoja de Actuación. De los primeros, prácticamente se califica la conducta, mientras que, a los segundos en el documento, que consta de cinco hojas, en la tercera y cuarta el Consejo de Honor califica: aptitud para el servicio, entusiasmo para el servicio, facultad de comprensión, decisión, tacto, don de mando, presencia de ánimo, iniciativa, lealtad, cooperación, laboriosidad, cumplimiento del deber, presentación personal, conducta militar y civil y el trato a los subordinados. Concluye con el "Concepto particular del comandante", sobre: Aptitud profesional, instrucción general y calificación sobre desempeño de cargos.
Estas evaluaciones juegan un papel importante para la asignación de mandos y cargos y para las convocatorias para ascensos. La "hoja 5" es calificada por el comandante del buque, unidad de Infantería, o director de Zona, Sector Naval o dependencia, según el caso, cuyos conceptos no se dan a conocer al evaluado, pues es "confidencial" y se remite al alto mando.
Consideramos que este tipo de evaluaciones debe existir en todas las dependencias de Gobierno, pues el ejercicio del mando (o cargo) debe ser sustentado con indicadores que demuestren la capacidad del funcionario. Pero, tratándose de políticos puede no ser confiable.