Lamine Yamal y Nico Williams regatean a Donald Trump

Enrique Vera: Lamine Yamal y Nico Williams regatean a Donald Trump.

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Las formas de divertimento de nuestras sociedades nos pueden ayudar a explicarlas. Y también nos muestran el estado y los síntomas de muchos de los problemas que anidan en ellas. El caos que se vivió antes de la final de la Copa América entre Argentina y Colombia es sólo un pequeño bosquejo del desastre que vive Estado Unidos como país.

El intento de asesinato de Donald Trump (teorías de conspiración más, teorías de conspiración menos) sólo polarizará aún más al mártir en su discurso y lo recrudecerá. No hay marcha atrás. Como bien lo señala el politólogo Elvin Calcaño, Estados Unidos ha entrado en un tipo de conflictividad al interior de su comunidad política donde ya no será posible dirimir sus diferencias sin un alto nivel de violencia. Estados Unidos va a parir a la bestia y no va a ser amable la cruz de espinas.

Cuando uno ve el panorama en Estados Unidos, está al borde de las lágrimas y la rendición. Pero no todo está perdido. Decía Julio Cortázar que nada está perdido si se tiene el valor de proclamar que todo está perdido y que hay que comenzar de nuevo.

A pesar de que el fútbol, como bien lo infirió el grandísimo Marcelo Bielsa, está cada día más lejos del deporte y más cerca del dinero, todavía nos regala momentos e historias de justicia poética.

Mientras un racista está cada día más cerca, una vez más, de la Casa Blanca, dos chicos españoles de 17 y 22 años, de padres inmigrantes, han maravillado al mundo ganando la Eurocopa de Fútbol: Lamine Yamal y Nico Williams.

Sus historias de vida: fascinantes y antinaturales para aquellos que se jactan de llevar las esencias de patria. Los padres de Nico Williams, jugador del Athletic de Bilbao, cruzaron el desierto del Sáhara, saltaron la valla de Melilla, la Guardia Civil los detuvo y temieron ser deportados.

El padre de Lamine Yamal, estrella emergente del Barcelona, fue condenado por atacar una carpa de VOX, partido depositario de las excrecencias del franquismo. Hoy, sus hijos son campeones de Europa. Mal día para ser fascista.

Pero ojo, hoy les aplaudirán, pero mañana con el rabillo del ojo, volverán los racistas, los clasistas, los fascistas a las andadas. Por eso, en este momento de efervescencia: derechos, proteínas ideológicas y receta Cantona.

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