La educación: el gran tópico de México

Enrique Vera: La educación: el gran tópico de México.

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Cuando en la discusión pública se habla de los grandes problemas de nuestro país: pobreza, marginación, la desigualdad, etc., ineludiblemente sale a relucir un tópico, una frase, un lugar común que fuerza de repetición, como un mantra tranquilizador resolvería el sino de México: “El problema de México es la educación”, “Lo que hace falta en México es una mejor educación”.

Este tópico es cierto, pero también es un lugar común, intangible. Como dispararse en el píe (seguro lo logras). Como afirmar que el poder está en todo (todo muy posmoderno).

Cuando se dice que el problema de México es la falta de educación, ¿a qué área, sector, problema de la educación se refiere específicamente?, ¿estamos hablando de educación formal? Muchos egresados de una carrera o maestría son conocedores de su tema, pero no te podrían explicar cómo funciona una bolsa de valores, el funcionamiento básico de nuestro sistema político o las repercusiones geopolíticas derivadas de la invasión a Ucrania. ¿No debería la educación formal, a través de las universidades, cumplir con su designio de formar pensamiento crítico, ciudadanos en toda la extensión de la palabra?

La concepción neoliberal (ese zombie que lo mordió todo) de la educación, hizo muchísimo daño a la formación del conocimiento (¿se acuerdan del sistema basado en competencias?) mercantilizando al sujeto, poniéndolo a competir en un mercado de transacciones (¡tienes que vender tu imagen, gestionar!) convirtiéndolo en un autómata sin pensamiento crítico, sin capacidad de discernimiento y con el deseo atrofiado en una pornoilusión.

Es por eso que una mirada integral de la educación en nuestro país tiene que tener en cuenta lo que sucede en las aulas. Sí, pero también lo que sucede alrededor de ellas; el contenido de las clases y las condiciones materiales de las chicas y chicos que estudian desde que salen de su casa hasta que arriban a las escuelas. ¿Cómo le pedimos a un niño o niña de 8 o 9 años que sume, divida o multiplique cuando no tiene nada en el estómago? La educación también es un problema estructural, de clase, que implica una redistribución del capital (cultural y económico) si realmente se busca una transformación de la educación. ¿Cómo garantizamos de manera efectiva el artículo tres de la Constitución que dictamina que toda persona en nuestro país tiene derecho a una educación? ¿Cómo le hacemos para que independiente de tu código postal, puedas acceder a una educación pública de calidad, digna, que te garantice una oportunidad en la vida de salir adelante?

De eso se trata, de tener altura de miras en el diseño de las políticas y servicios públicos no de nuestro futuro que está en lugar inconcreto, de nuestro presente que está aquí y ahora reclamándonos. De soñar y materializar un país de mismas oportunidades para la gente que no conocemos de nada que para la gente que más amamos en la vida. Un país más justo y más digno.

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