UN BUENA VICTORIA. La maestra Heydi Madera Aguilar, quien confiesa ser una de los ocho lectores de esta columna, nos remite la información de un periódico local: “Un buena victoria para los 49’: 22-16”.

¿Un buena victoria? Aquí hay una evidente discordancia de género. La palabra “un” es apócope de “uno”, que el Diccionario define como artículo indeterminado de género masculino y número singular. “Una” es el artículo que usamos para el género femenino. Y las voces “buena” y “victoria” son del género femenino. Lo correcto es decir “una buena victoria”.

La honda no perdona el yerro y lanza una certera pedrada, el magnífico ejemplar cae a tierra y lo depositamos en la talega. Gracias, maestra Heydi.

OTRO CUERPO DE UNA MUJER. La pantalla de nuestro televisor se ilumina con una noticia impactante: “Encuentran otro cuerpo de una mujer en la autopista México-Cuernavaca”.

¿Una mujer con dos cuerpos? El redactor ha incurrido en un dislate llamado solecismo, una inexactitud en la claridad al hablar o escribir. La redacción correcta debió de ser: “Encuentran el cuerpo de otra mujer”.

Pausadamente la resortera aloja en su “cuerito” un grueso pedrusco, envía con fuerza el proyectil pétreo hacia el desbarre y la segunda pieza del día reposa en el morral.

ACCESAR POR ACCEDER. La prensa anuncia con júbilo la reanudación de una popular feria, suspendida dos años por la pandemia originada por el Covid-19. La larga crónica de un diario local, entre otras informaciones, se refiere a los juegos mecánicos instalados en Xmatkuil: “a los más económicos como el carrusel o los carritos chocones se puede accesar por 5 tickets”.

¿Accesar por acceder? En su obra “El libro de los disparates”, Juan Domingo Argüelles hace el siguiente comentario: “Accesar es disparate impuesto por las tecnologías de la información, muy frecuente en la jerga computacional y muy utilizado también por las tecnocracias mercantiles y bancarias. Hoy hasta los periódicos lo utilizan con el mayor desenfado”.

El tirahule tiene ganas de completar su faena. Bien dirigido el disparo, el duro guijarro hace diana en el barbarismo tecnológico y un tercer gazapo se aloja en el sabucán.

Hasta el próximo tirahulazo.