Impropiedades gramaticales

Felipe Escalante Ceballos: Impropiedades gramaticales.

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ANTRO. Una damita de la Ciudad de México llega a la edad de las ilusiones y por medio de las redes sociales invita a sus amistades al festejo por sus quince años. El sarao, según la invitación, se celebrará en conocido “antro” capitalino.

Es una impropiedad llamar antro al local del convite. Ahí no se celebrará un vulgar bailongo sino una fiesta elegante. La voz “antro” tiene los siguientes significados etimológicos: caverna, cueva, gruta; y, en sentido figurado: local, establecimiento o vivienda de mal aspecto o reputación. Más clara es la definición del Oxford Languages: Antro. Local frecuentado por delincuentes y personas de mala reputación. Y también: Vivienda sucia y de mal aspecto. Así, pues, queridos lectores, tengamos mucho cuidado si vamos a un “antro”.

BASTANTE. En un reportaje televisivo un hombre de mediana edad se queja de su situación económica, dice trabajar “bastante” y recibir una escasa paga. Es una impropiedad atribuir al adjetivo “bastante” el significado de mucho o abundante. Según la RAE, “bastante” es “lo que basta, ni mucho ni poco, ni más ni menos de lo regular, ordinario o preciso, sin sobra ni falta, no poco”. Así, pues, si el trabajo del hombre es “bastante”, su salario también es bastante, está acorde con su esfuerzo y no caben quejas al respecto.

LA PLANCHA DEL ZÓCALO Y EL ALCÁZAR DEL CASTILLO. Es muy común entre los habitantes del altiplano llamar “la plancha del Zócalo” a la explanada que constituye su Plaza Mayor. No se trata de una plancha, ni la plaza es un zócalo, aunque la Academia diga lo contrario y reconozca ese término como “mexicanismo”.

Además, sobran palabras para denominar ese sitio. Es mejor decir que un acto cívico tuvo lugar en el Zócalo (en la Plaza Mayor), en vez de usar esa feísima expresión “la plancha del Zócalo”. Hace tiempo estuvo de moda entre los capitalinos mencionar “el alcázar del Castillo de Chapultepec”, otro pleonasmo o redundancia, pues “alcázar” es uno de los varios sinónimos de “castillo”. Suficiente es con decir “el Castillo de Chapultepec”.

DEMASIADO RÁPIDO. En una competencia atlética transmitida por la televisión abierta un deportista felicita a su compañero de equipo por ganar una carrera: “Corriste demasiado rápido”. Pues, no. Ese competidor no corrió “demasiado” rápido. Demasiado, o en demasía, significa “en exceso”, lo que nos da la idea de que ese exceso o “demasiado” resulta perjudicial. Por el contrario, el atleta triunfador corrió “muy rápido”, con mucha velocidad.

COLUMNA SIN TIRAHULE. El espíritu navideño ha hecho presa de esta columna, todo lo vemos con optimismo y buen humor y no deseamos incomodar a nadie. Por ese motivo los siguientes sábados de este diciembre la columna se publicará sin el tirahule. Hasta el próximo tirahulazo.

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