Cráter enterrado, Niurka y una jalada*
Felipe Escalante Ceballos: Cráter enterrado, Niurka y una jalada*,
CRÁTER ENTERRADO. En el Facebook vemos una promoción de los atractivos de la Península de Yucatán. Entre esas atracciones el publicista menciona el cráter de Chicxulub “enterrado bajo el mar” a más de doscientos metros de profundidad. Pues, no. Ese cráter no está enterrado o tapado con tierra sino cubierto por las aguas marinas, es decir, está sumergido. En ese texto se ha cometido un barbarismo por usarse un vocablo erróneo.
La honda entra en acción. La pedrada se impacta en el gazapo y el primer ejemplar del día reposa en el morral.
BAR EXHIBICIONISTA. Visitamos nuevamente las redes sociales y la atractiva imagen de una bailarina cubana llama nuestra atención. Al pie de la fotografía leemos: “Así bailaba Niurka a sus 19 años en un bar con poca ropa”.
¡Oooh, qué bar tan exhibicionista! Debe tener cortinas muy pequeñas para estar escaso de vestimenta. La ambigüedad en la redacción dificulta la comprensión del mensaje. Para entender mejor ese título debió de escribirse “Así bailaba Niurka a sus 19 años, con poca ropa, en un bar”. Lo bueno del asunto es que casi cuatro décadas después la inquieta antillana sigue bailando con poca ropa.
Un proyectil pétreo derriba la anfibología o falta de claridad en la redacción y guardamos en la talega el segundo gazapo de hoy.
UNA “JALADA”. El acceso a las oficinas del Ministerio Público con sede en La Sultana de Oriente, la pintoresca Valladolid, es por una puerta de cristal, de dos hojas. En la hoja derecha existe un letrero: “JALE”.
De acuerdo con esa indicación, numerosas personas que acuden a esa oficina ministerial jalan precisamente la parte derecha de la puerta y, ¡oh, sorpresa!, advierten que esa hoja está fijada al piso y no se abre, por lo que no pueden acceder al local. Tras la frustración los asistentes entran por la otra mitad de la puerta, la izquierda, la cual no tiene ningún letrero.
Después de padecer ese inconveniente varios ciudadanos han comentado que eso es una muestra de la atención que recibirán en el lugar. Creemos que esa afirmación no es cierta y quienes acuden ahí sí reciben buen trato del personal de esa dependencia.
El tirahule lanza un grueso guijarro hacia el letrero “JALE” -que es una verdadera “jalada”-, el impacto surte sus efectos, un tercer gazapo atiborra el sabucán y damos fin al paseo cinegético.
Hasta el próximo tirahulazo.
*JALADA. Dicho o hecho exagerado o mentiroso.