De color roja y mala ortografía

Felipe Escalante Ceballos: De color roja y mala ortografía.

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FALTA DE CONCORDANCIA. La prensa diaria informa del hallazgo de un cadáver en los montes de Valladolid. “La Fiscalía General del Estado se encargó de levantar el cuerpo, que vestía una playera de color roja”.

En la lengua española el adjetivo califica al sustantivo más próximo. Por ello, en la expresión mencionada se comete un barbarismo por falta de concordancia en el género, pues el adjetivo femenino “roja” califica al sustantivo masculino “color”. Lo correcto es decir “una playera de color rojo” o, todavía mejor, con economía de palabras: “una playera roja”.

La honda emprende su trabajo semanal. Un duro pedrusco se impacta en el dislate y el primer ejemplar del día termina en el morral.

MALA ORTOGRAFÍA. Según Juan Domingo Argüelles, no hay ni buena ortografía ni mala ortografía. Lo que hay es falta de ortografía: “Esta palabra es sustantivo compuesto del latín ortho (recto) más graphia (escritura): literalmente, escritura correcta. No puede haber ‘mala’ escritura correcta, ni ‘buena’ escritura correcta”.

Y luego nos dice: “tener ortografía es dominar o conocer el uso adecuado o correcto del idioma y que, por tanto, la expresión ‘mala ortografía’ es una contradicción, así como ‘buena ortografía’ es un pleonasmo”.

Finaliza ese autor: “resulta un contrasentido decir que alguien tiene ‘mala ortografía’. A lo que sí podemos aspirar es a tener “mejor ortografía”, es decir, a mejorar nuestra ortografía, porque incluso los conocedores del idioma pueden tener fallas o faltas ortográficas”. Excelente, muy instructiva lección del lingüista quintanarroense.

ADOLECE DE UN VICIO. Un periódico peninsular transcribe las palabras del abogado que asesora a una ministra de la Suprema Corte de Justicia acusada de plagio: “El Comité de Ética de la UNAM adolece de un insuperable vicio de origen, al igual que el Comité de la FES Aragón, por ser esas instancias universitarias legalmente incompetentes para ocuparse del asunto”. Pues, no. Aquí no hay dolencias o enfermedades; por el contrario, se ha cometido un desbarre al usarse el vocablo “adolecer” en vez de “carecer”.

De acuerdo con el Diccionario Panhispánico de Dudas del Idioma, “adolecer” es tener algún defecto o sufrir algún mal. Obvio es que las mencionadas instancias universitarias no adolecen de algún defecto o sufren de alguna enfermedad. El Diccionario Jurídico Mexicano comenta con relación al mal uso del verbo “adolecer”: “A ver si dejamos de oír ‘El deudor adolece de recursos’, o ‘El cajero automático adolece de seguridad’, pues ni recursos ni seguridad son mal o defecto”.

El tirahule de dos cañones hace su aparición y envía una andanada contra el barbarismo, los proyectiles pétreos se impactan en el gazapo, éste cae a tierra, lo depositamos en el sabucán y damos fin a la cacería.

Hasta el próximo tirahulazo.

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