UNA INFORMACIÓN RESERVADA. Un periódico yucateco nos provee de tres ejemplares de caza. El primero se refiere a la información que la encargada de la Unidad de Transparencia del Instituto de Infraestructura Carretera de Yucatán (Incay) dio a los vecinos de las calles de Progreso donde se construirán las obras para mejorar la circulación de vehículos. Dice así: “toda la información relacionada con el viaducto elevado que se construirá en ese puerto es reservada por cinco años para que la ciudadanía no lo idealice”.

El notario público Jorge R. Peniche Aznar nos pide: “Que alguien me explique (como dice Derbez) cuál es el alcance de la palabra ‘idealice’, usada para justificar la reserva de información del proyecto por cinco largos años”. Esta columna, al igual que su destacado batidor, queda perpleja. ¿Qué habrá querido decir la vocera del Incay?

Veamos el Diccionario. La palabra “idealista” se aplica a la persona que propende a representarse las cosas de una manera ideal. Esta última voz significa excelente, perfecto en su línea; o prototipo, modelo o ejemplar de perfección. Creemos que la vocera fue sincera y honesta: la ciudadanía no deberá hacerse ilusiones de que la obra portuaria será excelente o un modelo de perfección.

¡Qué cosa! Pero eso de ninguna manera justifica la omisión de los datos e informaciones sobre la construcción del viaducto elevado. Muchas gracias, amigo Jorge Ramón.

ACUDIÓ A COMPARECER. Otro gazapo es la comparecencia de la ex titular de la Secretaría de Administración y Finanzas del Estado, quien dejó el cargo y “acudió a comparecer ante los diputados del Congreso del Estado”.

Aquí hay un pleonasmo. Comparecer es presentarse una persona ante una autoridad, en virtud de llamamiento o citatorio que se le ha hecho. Y acudir es ir uno al sitio a donde le conviene o es llamado. Se trata de vocablos sinónimos; acudir y comparecer tienen significado semejante. Para una buena redacción basta con decir que la funcionaria acudió (o se presentó) ante los diputados; o que compareció ante ellos; pero no decir que esa funcionaria acudió a comparecer.

ANTES DE SU MUERTE. Por último, en el diario leemos el resultado del dictamen de los peritos internacionales llamados para determinar la causa de la muerte de Pablo Neruda. Según esos expertos el poeta chileno falleció al ser envenenado con una bacteria que le fue inoculada ¡antes de su muerte! Buen gazapo. Si Neruda fue envenenado, necesariamente tuvo que ser antes de su muerte. De lo contrario, si el poeta ya había fallecido no había necesidad de envenenarlo. ¡Uff!

El tirahule viene bien pertrechado. La ráfaga fulmina a los gazapos, los tres caen a tierra, los depositamos en el sabucán y damos fin a la cacería.

Hasta el próximo tirahulazo