Acuerdos copulares y un asalto con violencia

Felipe Escalante Ceballos: Acuerdos copulares y un asalto con violencia.

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ACUERDO COPULAR. Don Mario Chacón Medina, hábil batidor al que a menudo acudimos para nuestra cacería, nos envió una noticia procedente de la capital de la República y reproducida en la prensa local: El partido oficial Morena efectúa encuestas para la elección de candidatos a nueve gubernaturas en las elecciones de 2024 y dice que “no hay acuerdos copulares”.

¡Ah, caramba! Pues, claro que no hay acuerdos copulares. Ni los candidatos a las nueve gubernaturas ni los líderes del partido han acordado unirse o juntarse sexualmente. Con esa frase se pretende decir que los máximos dirigentes de ese grupo político (la cúpula morenista) no tomarán acuerdos respecto a las candidaturas. No hubo acuerdos copulares, ni tampoco acuerdos cupulares.

ASALTO VIOLENTO. Un noticiario televisivo informa del “violento asalto” cometido en una alcaldía de la Ciudad de México. Esa expresión es una redundancia por contener una repetición innecesaria de conceptos.

El Diccionario define “asalto” como tomar los bienes de otro en contra de su voluntad y utilizando para ello la fuerza o el temor. Asalto, pues, es un robo cometido con violencia, por lo que esa voz conlleva en su significado el concepto de violencia o agresión. Sin duda, en la frase que comentamos los conceptos de violencia se repiten. Todo asalto necesariamente es violento. No hay asalto pacífico.

AUTORIDADES EXTRANJERISTAS. En publicaciones periodísticas hemos visto muy a menudo el vicio gramatical cometido por nuestras autoridades de emplear una voz, frase o giro de un idioma extranjero como si fuera de la lengua castellana. Hemos comentado estos extranjerismos, en especial los del Ayuntamiento de Mérida, tales como el Mérida Fest, el Peek Park y ahora vemos la palabra inglesa “backstage” en una placa para señalar la parte trasera del escenario del edificio El Olimpo.

Y todavía más, ignoramos quien fue el funcionario que llamó Ie-Tram al ferrocarril suburbano y quién atribuyó a dos de los atractivos del recién inaugurado Parque de “La Plancha” los nombres de “skatepark” a la pista de patinaje, y “pet park” al espacio para pasear a las mascotas.

¡Qué barbaridad! Como si la lengua de Castilla fuera insuficiente para expresarnos con propiedad. Esperemos que en el próximo 2024 las nuevas autoridades tengan más respeto por el bello idioma de Cervantes.

Aparece el tirahule provisto de abundantes y duros pedruscos. Con toda parsimonia carga su cañón “butsbitsón” y lanza tres certeros disparos, los gazapos caen a tierra de uno en uno y los guardamos en el sabucán.

Hasta el próximo tirahulazo.

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