Feliz Navidad y despedida del tirahule

Felipe Escalante Ceballos: Feliz Navidad y despedida del tirahule.

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¡FELICIDADES! Buenos días, amigos. Ya estamos en plena época navideña. Todo son fiestas, alegrías, jolgorios, abrazos y besos. Casi todos -menos los émulos del Grinch- deseamos dejar a un lado nuestras arduas tareas y dedicar más tiempo a las actividades festivas. Con ese ánimo alegre el tirahule y esta columna desean a sus fieles lectores la más feliz de las navidades y un venturoso año 2024. ¡Felicidades!

NOS VAMOS. Por ahora la columna de hoy es nuestra última colaboración con este periódico. CON TIRAHULE lleva más de cinco años de publicarse cada semana, sin faltar ninguna. Pero, por motivos personales nos retiramos de nuestra encomienda en NOVEDADES YUCATÁN por el resto del año.

Esto no significa que abandonemos nuestra afición a redactar anécdotas y relatos chuscos, nos encanta escribir con fines de entretenimiento. Esperamos publicar más adelante nuestras colaboraciones en este mismo diario, sin el compromiso de hacerlo en determinadas fechas, ni usar el tirahule.

Hasta el cielo enviamos un agradecimiento a nuestro apreciado amigo Martiniano Alcocer Álvarez, quien nos dio la oportunidad de usar esta tribuna periodística para lanzar pedradas contra los errores gramaticales en revistas, periódicos, programas de televisión, informes de autoridades y demás publicaciones que tienen la obligación de hablar y escribir correctamente.

El buen Marti nos ofreció editar esta columna en la sección El Poder de la pluma durante un año y luego veríamos si habría la posibilidad de continuar con esta aventura. Transcurrido ese año de prueba Martiniano nos instó a seguir en la cacería argumentando que, como había abundancia de recursos (los gazapos están en todas partes), siempre tendríamos los materiales necesarios para usar la temible honda. Y tuvo razón.

Ahora nuestro querido amigo disfruta su estancia en las regiones celestiales. Desde allí sigue pendiente de los gazapos y los tirahulazos, como lo hizo en esta dimensión terrestre. Creemos que él está satisfecho con nuestro trabajo. Cumplido el compromiso con Alcocer Álvarez, nos hemos ganado un buen descanso. Ha llegado el momento de reposar, de ocuparnos en otras cosas y, ya sin el pendiente de cumplir nuestros compromisos con NOVEDADES YUCATÁN, guardar nuestras armas en el sabucán, tanto la sencilla con efectos de butsbitsón como la de dos cañones cuyos disparos asemejan los de una ametralladora. En enero decidiremos si continuamos cazando gazapos o nos retiramos de la labor cinegética.

Agradecemos a don Cristóbal León Campos y a sus revisores de El Poder de la pluma por brindar a esta columna el mismo espacio preferente que le había asignado don Martiniano. También damos las gracias a los batidores, quienes nos auxiliaron en nuestras cacerías al enviarnos numerosos gazapos; y a nuestros amables lectores, por seguir las andanzas del tirahule durante estos cinco años.

Hasta otro tirahulazo.

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