¿Cómo nos dejarán el país en 2024?
Gínder Peraza Kumán: ¿Cómo nos dejarán el país en 2024?.
Nunca antes como ahora habíamos visto que los políticos y los partidos comenzaran a sumar, a presentar propuestas de alianzas, a buscar financiamientos conjuntos, y todo con miras a una elección federal, varias de carácter estatal y decenas de nivel municipal, que no se realizarán sino hasta dentro de dos años, el 2 de junio de 2024.
Podemos decir que hay una nueva emergente forma de hacer política, que surgió como fruto de una cierta desesperanza, cuando los electores, cansados de decenios de engaños y corrupción, optaron por elegir para la Presidencia de la República al que consideraron el candidato menos malo.
Así las cosas, y aunque falta mucho para el fin del sexenio, nos parece indispensable empezar de una vez a analizar cada sector económico, político, social y demás, para estar vigilantes a la hora de la llamada entrega-recepción y que no nos den un baile y luego no podamos reclamarle a nadie.
Si los ciudadanos que deben acudir a las urnas para elegir en junio de 2024 a los próximos funcionarios, a los que tienen la responsabilidad de sacar al buey de la barranca, se decidieran a asumir de verdad sus responsabilidades, tendrían que mostrar una actitud y una conducta altamente viril y decidida, que acabe de una vez por todas con el fraude electoral.
Palo dado ni Dios lo quita, y con el tiempo no se puede dar marcha atrás. Ahora, insistimos, ante la evidente descomposición que se registra en varios sectores claves de la sociedad mexicana, parece urgente hacer un análisis separado para cada sector, a fin de prevenir el nivel de retroceso-avance con que el gobierno saliente de 2024 cerrará su gestión, dejándonos a nosotros, a nuestros hijos y nietos, la responsabilidad de enderezar cada entuerto que nos dejen.
Antes de cerrar este comentario resulta obligatorio tocar el tema de la inseguridad, incluyendo el caso de los feminicidios. Las cifras de homicidios dolosos han llegado a niveles tales que todos los días se reportan alrededor de un centenar a lo largo y ancho del país.
En fin, el análisis sectorial que proponemos resulta necesario y muy importante. Porque, como sugeríamos líneas arriba, ya parece que se están cocinando malas jugadas que dejarían millonarias “ganancias” a sus autores, y falta claridad en la posición que van a asumir diversos actores políticos. También hay oscuridad en la forma en que se van a agrupar los partidos para que el mejor –¿o que los mejores?– alcance la conquista del poder. Un anhelo detrás del cual van todos, aunque no todos van con los sanos deseos de compartir y repartir… Lo que caiga será para ellos y nadie más.
Conquistar el poder sigue costando vidas y continúa como un anhelo que muchos buenos mexicanos siguen buscando concretar para beneficio de todos sus compatriotas. Desgraciadamente, hasta ahora esta pobre patria no ve una mejora clara y consistente en la vida de sus hijos.