Difícil y peligroso balance del sexenio

Gínder Peraza Kumán: Difícil y peligroso balance del sexenio.

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Cuanto menos tiempo le queda a este sexenio, más grande es nuestra preocupación por las condiciones en que la administración federal saliente deje las dependencias, agrupaciones, sectores comerciales e industriales, etcétera, desde los cuales puede generar o inducir la creación de empleos, la producción de bienes y servicios, y la consiguiente paz social que se afianza en los diferentes sectores de la patria cuando la conducción de los asuntos nacionales se efectúa con honestidad.

El comentario viene a cuento luego de que el pasado viernes 14 este periódico publicó en su portada local, un título breve pero contundente: “Fracasa plan contra alza de precios”, y enseguida la sucinta explicación de por qué a pesar de todos los afanes del Gobierno Federal, las cosas no salen tan bien como se planean.

La revisión de los actores y factores que forman parte del trabajo y el avance del país debe hacerse porque eso es indispensable, pues nadie puede lograr que su trabajo tenga éxito si no está bien planeado y bien cimentado.

Es necesario, pues, reconocer los esfuerzos oficiales como, por ejemplo, los que sectores mayoritarios en el Congreso de la Unión realizan para mejorar las leyes y reglamentos que enmarcan el trabajo de los ciudadanos, de manera que ya se hicieron algunos anuncios positivos para los trabajadores.

Así que lo primero que debemos empezar a exigir en este tramo final es la acuciosa revisión y auditoría de todos los recursos canalizados a funcionarios y empleados públicos, de modo que se castigue ejemplarmente a quienes sin vergüenza ni temor se han adueñado de lo que no es suyo, sino del pueblo.

Ésa debe ser la gran expectativa con que vivamos en los siguientes meses: Que todo quede claro en cada oficina gubernamental, que se resalte el trabajo de los funcionarios que se asumen como servidores de la nación.

Anunció que éstos verán más transparencia en el reparto de utilidades, estarán más protegidos cuando caigan en la incapacidad laboral por alguna enfermedad o accidente, tendrán más días de vacaciones cuando empiecen a trabajar y, en fin, puede ser que incluso vean que se sancione a todos los funcionarios –TODOS– que con medios ilegales no sólo se apropien de recursos que deben quedar en manos de los obreros y empleados, sino que además sean cómplices de otros “colegas” suyos para enriquecerse indebidamente, defraudando a los trabajadores.

Porque si el sexenio termina entre la oscuridad, la violencia, el cinismo, la impunidad y una falta de vergüenza evidente en los medios oficiales, entonces el baldón, la vergüenza y la frustración serán para todos los ciudadanos que vemos, restregados en nuestra cara, el engaño, la mentira y la frustración... Y nos quedamos nomás viendo, sin protestar y dejando que nos despojen como históricamente lo han hecho hasta ahora.

¿Usted qué opina?

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