Marcelo
Héctor López Ceballos: Marcelo.
Marcelo Ebrard vuelve a dar muestras de su habilidad, ahora como Secretario de Economía. El otrora Canciller fue pieza importante entre las relaciones MéxicoEstados Unidos durante el final del primer mandato de Trump, y el inicio del de AMLO. Ahora, a menos de tres meses de haber tomado posesión de su encargo en la Secretaría de Economía, vuelve a demostrar porqué es importante su presencia en el Gobierno Federal.
Y es que el ex canciller ha anunciado que las plataformas o “tiendas en línea” como Shein o Temu deberán pagar impuestos que hasta ahora habían logrado eludir; es decir, realizan prácticas que no son por sí mismas ilegales, pero que esquivan el pago de impuestos por sus actividades.
Eso sí, de forma tramposa, pues abusan de beneficios legales para evitar las contribuciones.
¿Es justo que se graven estas importaciones? Por supuesto. Sobre todo porque las empresas mexicanas (de cualquier tamaño) difícilmente pueden competir de forma justa y equilibrada con estas compañías asiáticas.
Gran parte de los agentes económicos nacionales pagan impuestos, generan empleos, aportan las cuotas patronales de Ley, y realizan otros gastos, lo que encarece la producción frente a las condiciones desiguales con las que operan las empresas mayoritariamente chinas. Lo comúnmente esperado en estas situaciones es que la autoridad administrativa imponga cuotas compensatorias a estos productos o empresas para, como su nombre lo indica, compensar las afectaciones a la industria nacional.
¿Se hace esto por presión de Donald Trump? Quién sabe. Puede que sí, puede que no, puede que en parte. Lo cierto es que México tiene el derecho a encarecer, a través de estos mecanismos, los productos o prácticas que dañen a los productores mexicanos.
No somos el primer país en hacerlo, ni tampoco seremos el último, pero ya iba siendo tiempo de que se tomaran este tipo de decisiones, que aunque sean enteramente proteccionistas, sí benefician a la economía nacional formal. Claro, habrá que trabajar al mismo tiempo en la formalización de aquellos agentes económicos que se beneficiaban de estas importaciones y que muy probablemente se verán afectados.
Al fin y al cabo, ellos también necesitan generar esos recursos.
Por otro lado, será interesante ver cómo abordarán el tema de la piratería, pues estos productos que inundan el mercado nacional no sólo afectan los derechos de propiedad industrial e intelectual, sino que pueden poner en peligro la salud e integridad de las personas al no estar regulados ni contar con el control de calidad exigido por las autoridades. No bastan los decomisos para atacar el problema.
Estas políticas no sólo darán a México una posición más sólida frente a Estados Unidos en la revisión del TMEC, sino que muy seguramente robustecerán las condiciones de competencia internas y fortalecerán de una forma u otra la industria nacional. Punto para la Secretaría de Economía.